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En cuestión de cuerpos, la última tendencia es ser como Suiza: neutral. Esta nueva corriente, abanderada por celebrities como la cantante Taylor Swift o la presentadora y actriz Jameela Jamil, pretende ir un paso más allá de un simple discurso sobre la apariencia física. El ' ... body neutrality' –que es así como se llama este movimiento– busca evitar que la conversación gire precisa y permanentemente en torno a los aspectos estéticos y apuesta por aceptar nuestro cuerpo como lo que es: un cuerpo. Sin más. Sin juicios. «Se trata de alcanzar un punto medio que nos permita observarnos sin necesidad de tener que odiar o amar lo que vemos. Habrá cosas que nos gusten y otras que no, pero es lo que hay y debemos aceptarlo sin colocarnos por encima ni por debajo. El objetivo es cambiar la actitud hacia nuestro cuerpo para equilibrar a su vez nuestra autoestima», explica la psicóloga Maite Villabeitia.
La neutralidad corporal parte de la necesidad de sentirse bien más allá de verse bien, «teniendo en cuenta que habrá días en los que nos encontremos estupendas y otros en los que no queramos ni levantarnos de la cama. Y no pasa nada», añade la especialista en autoestima. La idea es «transformar el filtro de eterna insatisfacción» –que afecta sobre todo a las mujeres– por una «mirada neutral, saludable y sin ataduras». Liberarse de la presión de tener que encajar en unos determinados cánones de belleza, pero también del «positivismo mal entendido». De esa especie de obligación de tener que ser felices y celebrar nuestro cuerpo casi por decreto. «La realidad es que no somos una taza de Mr. Wonderfull. Esas frases motivacionales del tipo 'deja de darle vueltas a todo y sonríe' o 'la vida está llena de cosas bonitas, por ejemplo, tú' al final resultan contraproducentes. Nadie está encantado de conocerse las 24 horas del día. Ni es normal ni es sano», coinciden los psicólogos consultados.
De hecho, esta nueva corriente surge como contraposición al 'body positive', un movimiento muy celebrado en su día al promover la visibilidad y validez de todos los cuerpos sin importar la talla o la raza, pero cuyo discurso se centra básicamente en el aspecto físico. Ya son muchas las mujeres que han dicho basta a una filosofía de vida que les pide que sonrían y sean felices con sus cuerpos para encajar en una sociedad que en el práctica las discrimina igualmente, denuncian las defensoras del 'body neutrality', que se cuentan por millones en todo el mundo.
La columnista del 'The New York Times', Marisa Meltzer, fue una de las primeras en acuñar este nuevo término con el que se pretende «desdramatizar» el concepto que muchas mujeres tienen de sí mismas «poniendo el foco en la salud». «Ya vale de blanco o negro, bueno o malo. Este es un movimiento para quienes aman sus piernas, pero odian su tripa, para quienes creen que su trasero está bien, pero no soportan su celulitis. Para quienes se levantan un día como una diva y a la mañana siguiente se ven como el culo», escribe una de las defensoras de este movimiento en una de las muchísimas páginas digitales dedicadas a esta nueva tendencia.
De ahí que Anuscha Rees, autora del libro 'Beyond Beautiful', en el que aborda el tema de la neutalidad corporal, insista en la necesidad de «enfocar nuestros esfuerzos hacia la consecución de una determinada meta como puede ser ganar fuerza o mejorar la condición física en lugar de hacia una crítica meramente estética de nuestro cuerpo. Es mucho más práctico», defiende. Los teóricos de este movimiento mantienen la idea de que «debemos ver nuestras piernas o nuestros brazos como lo que realmente son: unas partes del cuerpo que nos permiten hacer cosas extraordinarias como correr diez kilómetros en menos de una hora o cargar a diario con las bolsas de la compra. ¿A qué ahora ya no te parecen tan horrorosos esos muslos con celulitis?», plantean.
Una de las grandes defensoras de este movimiento a nivel internacional es Jameela Jamil. La presentadora y actriz británica no solo es la responsable de que este término haya llegado a medio mundo sino que lo defiende activamente a través de una cuenta de Instagram (@i_weigh), seguida por más de un millón de personas. Una de las últimas caras conocidas en sumarse a esta corriente en España ha sido la también presentadora Tania LLasera. «Encuentro que el 'body positive' puede ser algo tóxico para mí. No me gusta estar obligada a gustarme cada segundo. No todo mi cuerpo me gusta. No toda mi personalidad me flipa. Hay ratos que no me aguanto ni yo (...) El término #bodyneutral creo que me define. El cuerpo que tengo me lleva a donde quiero y hace mil cosas por mí. (...) Pero un brazo es un brazo. No estás obligada a adorarlo, ni a odiarlo tampoco. Me apunto a esta manera de verme. Sin juicio, ni positivo ni negativo», escribió en sus redes sociales. Lo dicho, como Suiza.
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