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martí ferrer
Cómo acabar con el latoso acné

Cómo acabar con el latoso acné

No solo le salen granos a los adolescentes. Se trata de un problema de la piel que tiene 'cura', pero hay que actuar a tiempo. Y, ojo, las mascarillas no le hacen ningún bien

Sábado, 7 de mayo 2022, 00:02

Cuando se levantó la obligación de llevar mascarilla en interiores, llamó mucho la atención que una de las principales razones por las que algunos chavales decidieran seguir con ella fuese el complejo que les causaba el acné. «Error», resume la dermatóloga Rosa Molina. «Las mascarillas ... no le hacen ningún bien a las pieles con granos.Al contrario, lo que mejor les va es quitársela de encima», insiste la autora de 'Piel sana, piel bonita' (Editorial Paidós). Vaya por delante que los tapabocas no son, en ningún caso, los causantes del acné, «pero es verdad que pueden desencadenar e incluso empeorar los brotes, como sucede con el estrés o los cosméticos grasientos», puntualiza Ramón Grimalt, profesor de la facultad de Medicina de la Universitat Internacional de Catalunya.

Al margen de las mascarillas, los dermatólogos lamentan que el acné todavía «amargue» la vida a muchos adolescentes y no tan adolescentes, «cuando se trata de un problema que tiene solución y que la mayoría de nosotros vamos a tener que afrontar en algún momento de nuestra vida, puesto que afecta a ocho de cada diez jóvenes y a un 40% de las mujeres adultas».

Una de las claves para tratar el acné con éxito y evitar las antiestéticas cicatrices que dejan «años de autoextirpación de granos delante del espejo» es actuar lo antes posible y «huir de remedios caseros». «No debemos resignarnos y aceptar que es un castigo de la adolescencia que tenemos que pasar sí o sí. Más vale prevenir que tratar», razona la doctora Molina. La dermatóloga, muy popular en redes sociales por su trabajo de divulgación, aclara algunas de las principales dudas sobre este problema de la piel.

¿Qué tipos hay?

Acné tardío en la mujer adulta, «menos conocido y más puñetero»

El acné no deja de ser una inflamación de los folículos pilosos de la cara (donde se produce el crecimiento del vello) debida a una obstrucción o una colonización bacteriana (o ambas), y su origen es básicamente hormonal. «Además, existe una tendencia hereditaria que implica a varios genes. Es decir, los hijos de padres que han padecido acné severo tienen más posibilidades de sufrirlo», añade Grimalt.

La doctora Ana Molina explica que existen dos tipos de acné: el juvenil y el tardío. El primero afecta a los adolescentes –tanto chicas (más precoz) como chicos (mayor duración)– a partir de la pubertad y suele mejorar a partir de los 18 años. En este caso, «los brotes se deben a una subida de andrógenos y aparecen principalmente en las mejillas y la frente, mientras que el acné tardío afecta a mujeres adultas –a partir de los 24 años– y los granitos suelen presentarse en la parte inferior de la cara y en el cuello, generando lesiones mucho más profundas. Es menos conocido, pero más puñetero», resume gráficamente la dermatóloga, que ejerce en el hospital Fundación Jiménez Díaz (Madrid).

El origen del acné tardío tiene un importante componente hormonal, pero también influyen otros factores como el tabaco, el estrés o la contaminación. Además, es frecuente que aparezca en mujeres que han dejado de tomar anticonceptivos después de mucho tiempo y suele responder peor a los cosméticos. «Esta persistencia de las lesiones no solo aumenta el riesgo de cicatrices, sino que suele afectar a la calidad de vida de las pacientes de manera parecida a enfermedades como la psoriasis», advierten en la unidad de acné del Grupo Pedro Jaén.

Causas

El origen es hormonal. Ni el chocolate ni el chorizo desencadenan un brote

En torno al acné también hay muchos mitos. Como el que dice que si comes chocolate o chorizo te salen más granos. «Mentira. Los brotes no se relacionan con ningún alimento concreto, sino con una mala alimentación en general. Un estudio reciente confirma una clara relación entre el empeoramiento del acné en pacientes con predisposición y una dieta rica en ultraprocesados, azúcares y grasas, pero no con un producto determinado. En otras palabras, si normalmente comes de manera equilibrada, porque un día te metas una tableta de chocolate entre pecho y espalda no se te va a poner la cara como una paella».

Tratamientos

Una buena rutina de limpieza y medicamentos específicos

En el caso de los adolescentes, los dermatólogos suelen pautar unas rutinas muy sencillas, «que consisten básicamente en una buena limpieza (mañana y noche) combinada con algún producto específico que contenga antisépticos, antibióticos, hidroxiácidos, retinoides... Hoy en día existen soluciones excelentes para acabar con este problema como, por ejemplo, la isotretinoína. Se trata de un principio activo muy eficaz, definitivo y seguro que nos encanta a todos los dermatólogos porque es capaz de acabar con el acné severo, aunque también se usa a dosis más bajas para tratar brotes más moderados o el acné tardío», explica la autora de 'Piel sana, piel bonita'.

Las cicatrices también pueden tratarse, pero es importante ser conscientes de que los tratamientos, con el láser a la cabeza, pueden mejorar su apariencia en un 60% o 70%, pero no las elimina por completo. «Por eso es tan importante la prevención», coinciden los expertos consultados.

'Bacné', cuando los granos salen en la espalda

Aunque el acné suele afectar a la cara, la espalda tampoco se libra de estos incómodos y antiestéticos granos. Tanto que hasta tiene su propio nombre; el 'bacné' (combinación de las palabras 'back', espalda en inglés, y acné). Explica la dermatóloga Rosa Molina que afecta, sobre todo, a los hombres y «suele aparecer en la adolescencia, pero también a otras edades como consecuencia de alteraciones hormonales, sudoración excesiva, calor... Para mejorarlo se suelen usar productos de higiene específicos (con antisépticos) y cosméticos que contengan ácido salicílico».

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