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Isabel Pantoja y María del Monte. R. C.
Refugiarse en lo trivial

Refugiarse en lo trivial

Verano de... 1995 ·

En agosto de ese año una revista publicó en portada a María del Monte pateando el culo de Isabel Pantoja

Sábado, 21 de agosto 2021, 00:04

Me gusta la gente feliz. En 1995, Isabel Pantoja y María del Monte eran felices. La revista 'Lecturas' las sacó en portada por la playa, caminando, bañándose. 'Diez Minutos' publicó las fotos legendarias de María pateando el culo de Pantoja. «Juegos y mimos en la ... playa». Agosto de 1995. Ese verano tiene en su haber (en su debe) uno de los peores episodios del siglo XX, la matanza de Srebrenica. El 11 de julio tropas serbias asesinaron a más de 8.000 bosnios, contando viejos y niños. La mayor matanza en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. 1995 es hace cuatro días. Cuatro días de todo ese horror. Antes de inaugurar el verano, el 20 de junio, murió Cioran, el ensayista rumano. El enemigo de Dios, el hombre y la vida. Consideraba que vivir era una maldición. Fantaseaba con el suicidio, pero no dejaba de escribir, de extender su vida de intelectual hasta el final. Era un gruñón, pero también un estilista que apabullaba con el pensamiento y cuidaba el estilo (proponía el juramento, el telegrama y el epitafio). No puedo estar más de acuerdo con él cuando proponía refugiarse en lo trivial: «Sueño con un mundo en el que se muriera con una coma». Lana Turner murió el 29 de junio, todavía horrorizada por cómo se atrevían a salir a la calle las estrellas de Hollywood por entonces. Juan Manuel Fangio murió el 17 de julio y Hugo Pratt, el 20 de agosto.

Isabel Pantoja y María del Monte parecían ajenas al horror de la guerra y al cenizo de Cioran. Como todo el mundo en esa playa o en otras, vaya. Las fotos de 'Diez Minutos', las de la patada, se vendieron, según contaron los fotógrafos que las tomaron, por seis millones de pesetas. Un dineral. Unas fotos que desprenden la misma felicidad que un chuminero de Lydia Lozano o que el general Sukarno tirando de las barbas de sus soldados, como cuenta Malraux en sus 'Antimemorias'. Charo Vega, amiga de Pantoja en otros tiempos, contó que esa amistad con María del Monte era «mucho más natural y de andar por casa que la que Isabel tuvo con la señora de la radio». Tres años antes, la señora de la radio se cogió uno de los mayores cabreos de su vida (y son difíciles de cualificar) cuando en el especial de Nochevieja de Martes y Trece ('El 92 cava con todo') Josema y Millán hicieron de Pantoja y Encarna en un viaje a Palma («Qué bonito burgaló»).

El 11 de julio se había producido la matanza de Srebrenica, la mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial

Mucho después, Encarna Sánchez seguía en la Cope con su mesa-camilla (prototertulia del chisme). Con Mari Carmen Yepes, Carmen Jara, Paca Rico y Marujita Díaz. Un día estaban comiendo en el restaurante Portobello y en la pared había una foto de Pantoja con María del Monte. Marujita descolgó la foto y la metió en el bolso de Encarna. Aunque no era la foto de la patada que tanto le dolió a ella (como si se la hubiera dado Errejón y no María del Monte).

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