No lo haga esta cuarentena

No todo el mundo tiene el estado físico necesario para empezar a copiar lo que ve en esos vídeos de YouTube que sus amigos –o enemigos– le mandan por Facebook, especialmente si pasa usted ya de cierta edad. Puede que haya visto alguno en estas páginas, pero si no ha hecho gimnasia nunca, más allá de caminar, conténtese con quemar pasillo. Preguntado por si se está ejercitando durante este encierro, Leopoldo Abadía, economista y escritor de 86 años, es tajante: «Pues no, nunca lo he hecho, así que no. Me va bien así, ¿para qué cambiar?». Los expertos recomiendan que si no sabe si un ejercicio es seguro o tiene un estilo de vida sedentario, pregunte a su médico. No debe doler ni dejarle muy cansado. Con los hospitales como están, no tiente a la suerte.

En este confinamiento, «hay situaciones que pueden suponer un riesgo grave de caer en adicciones», advierte Alfonso Arana, presidente de Proyecto Hombre. La venta de cigarros ha subido estos días un 30% y la de cerveza hasta un 70%. En el caso del tabaco y con los síntomas de la enfermedad del coronavirus, lanzarse a fumar no es lo más aconsejable, y si lo dejó y tiene tentaciones, aguante un poco, piense en el triunfo que supuso dejarlo. Con las bebidas alcohólicas, el asunto es más grave, porque no pasa nada por tomarse unas cervezas, «pero la gente que ha tenido problemas tiene un riesgo tremendo, porque el objeto de su deseo se encuentra al alcance de su mano en el supermercado. Peligran las personas solas, sin una red de apoyo social», avisa. «Por otro lado, se da la circunstancia de que no hay apuestas deportivas porque no hay competiciones, pero quedan el juego 'online', el póquer, la ruleta, el casino... Aunque se va a regular. Alguien que esté ya iniciado corre el riesgo de cebarse ahora por el aislamiento, por aburrimiento... Y el que no ha probado nunca puede tener tentación de ver cómo es eso. También se puede caer en el abuso del cibersexo, los videojuegos o el mal uso de las tecnologías. Hay que tener cuidado», advierte el experto.

Qué bonitos esos vídeos de personas que desde su terraza o asomadas a la ventana comparten su voz. Como la soprano barcelonesa Begoña Alberdi, que sorprendió a sus vecinos con un aria de Puccini tras emocionarse por uno de los aplausos a los sanitarios. Anima a los «jóvenes cantantes» a seguirla desde sus propios balcones: «Aquí no hay competencia, cada uno canta para sus vecinos». Pero lea bien, «cantantes». No pasa nada por no entonar bien, pero no se arme de micrófono a no ser que quiera convertirlo en arma de destrucción masiva. Mucho menos lo use para gritar a la gente que ve en la calle; recuerde que no sabe por qué están ahí. Y es trabajo de la Policía.

Si pese a lo anterior, insiste con la música, enhorabuena. Quizá atesore el violín del abuelo o el hijo, que lo dejó, y piensa que ha llegado la hora de coger el arco y tensar las cuerdas. Cuidado. Aquí el aviso para navegantes tiene más que ver con daños colaterales, porque arrancar notas afinadas a un violín puede llevarle meses, y más si no tiene un profesor cerca, con lo que si los vecinos ya desconfiaban de usted, pasarán directamente a odiarle. Por no hablar de la frustración que le puede ocasionar. Eva Santos, pianista, profesora y directora de la academia Muzzik (Bilbao), aporta una idea mejor: «Mucha gente tiene una guitarra en casa abandonada y, si no, se puede comprar 'online' a bajo precio. No produce mucho volumen, no es molesto para los vecinos, y la eléctrica se puede tocar con auriculares y no se oye ni en la propia casa. Hay un montón de tutoriales y clases por internet». Como las que ofrece su academia: «Muchos alumnos un poco vagos han empezado a tocar ahora, confinados y sin cosa mejor que hacer. Canto, guitarra y piano 'online' funcionan bien. Todos tenemos voz, y muchos, también uno de los otros dos instrumentos».

Es de suponer que a estas alturas de la cuarentena se habrá dado cuenta de esto usted solo. Íbamos a añadir que mejor olvidarse de la pastelería casera... Demasiado tarde: la venta de harina ha subido más de un 150%.