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Max, mezcla de mastín y labrador, enfermó el verano pasado. Eva Hurtado, su dueña, no escatimó esfuerzos por curarlo y evitar que sufriera. Se gastó en los últimos meses de vida de su mascota casi 3.000 euros en intervenciones quirúrgicas y medicamentos, que no ... pudieron evitar que muriera en julio, con 11 años. Esta joven vizcaína pudo afrontar esas facturas renunciado a viajes, muchos 'extras' de ocio y apretándose el cinturón en el día a día.
El final de Max invita a una reflexión, al margen de la estrecha relación que se genera entre animal y dueño: no es barato mantener un perro. Además de la inversión en tiempo y trabajo, hay muchos gastos, algunos que no esperábamos. Tanto que la cuestión económica es una de las razones del frecuente abandono de estos animales, advierten los veterinarios.
Los responsables de la Real Sociedad Canina de España (RSCE) insisten a las familias en que hagan números antes de comprar o adoptar un perro para saber si podrán afrontar la factura durante una media de entre 10 y 12 años. «Es importante recibir asesoramiento sobre los gastos y también sobre el tiempo y los cuidados que requiere el animal antes de dar el paso», aconseja Manuel Lázaro, veterinario del colegio oficial de Madrid. «Esa reflexión es absolutamente imprescindible. No puede ser una decisión compulsiva, un capricho. Las protectoras de animales hacen ese trabajo con los futuros dueños, pero en las tiendas prima la venta y no es tan habitual», lamenta María Luisa Fernández Miguel, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife.
Tener un perro supone un desembolso medio de 1.300 euros al año, según el estudio 'Mi Mascota en cifras', realizado por la Sociedad Canina Española. «Sería un gasto razonable en alimentación y atención veterinaria, sin dedicarle lujos. Depende también del tamaño del animal, no es lo mismo uno de 5 kilos que de 40, lógicamente», precisa Lázaro.
La alimentación es uno de los principales capítulos del presupuesto. El mercado ofrece piensos básicos y baratos y otros con alto nivel nutricional y que pueden triplicar el gasto a final de mes. El problema es que muchos animales, por salud, solo toleran una alimentación de una calidad específica. Según las características físicas del animal, de su peso y su edad, la factura en comida oscila entre los 20 y los 80 euros al mes, apunta el veterinario madrileño. El estudio de la Sociedad Canina calcula una media 600 euros al año.
Debemos reservar 200 euros al año para vacunas y pastillas antiparasitarias, y otros 100 más para consultas extras por infecciones, roturas o enfermedades. «Un accidente puntual eleva mucho la factura. Y hay que tener en cuenta que los perros cuando se hacen mayores van a sufrir patologías crónicas, como problemas de diabetes o de corazón, muy frecuentes, que exigen tratamientos médicos», apunta Fernández Miguel, vocal de la sección de pequeños animales en la Organización Colegial Veterinaria Española. Dan testimonio de esto Javier y Miren, una pareja de San Sebastián que cuida con mimo de Monet, su caniche de 14 años. «Toma ocho pastillas de seis clases distintas al día por una dolencia cardíaca, entre ellos diuréticos que nos obligan a sacarle a la calle cada dos horas prácticamente para hacer pis», detallan. Calculan que dedican cerca de 90 euros al mes a los cuidados de su mascota.
Ante esos imprevistos que pueden desequilibrar el presupuesto del hogar, en los últimos años se ha extendido la contratación de seguros médicos destinados a perros para que los dueños puedan hacer frente a accidentes y enfermedades. «Los que vienen habitualmente a las consultas asumen sin problemas el gasto que supone una dolencia grave. Los más reacios a afrontar los pagos son los que solo aparecen cuando el problema que sufre el animal les afecta a ellos», indica la veterinaria tinerfeña.
La muerte del animal supone también un desembolso. Una eutanasia con incineración ronda los 300 euros. Sube más si hay servicio funerario –recogida del animal y velatorio para despedirlo– y se entregan las cenizas.
El ritmo de vida actual complica tener mascotas. Billy, un pastor alemán de un año, va a una guardería de perros todos los días. Le recoge una furgoneta –con su tupper con el pienso para la comida– y lo lleva junto a varios canes más hasta un solar de las afueras de Madrid. Allí está de ocho a cuatro, como en el cole. Sus dueños, Borja y Laura, una joven pareja madrileña, pagan 10 euros por día y 15 si es festivo. No les queda otra. Los dos trabajan, se van de casa a las ocho de la mañana y no llegan hasta las siete de la tarde.
«Un perro necesita salir tres veces al día y una de ellas debe ser un paseo de, al menos, una hora. Si no podemos dedicarle ese tiempo, es mejor no tenerlo. Existe esta opción de las 'guarderías' pero elevan mucho la factura mensual», advierte Manuel Lázaro. Entre los extras, el estudio de la Sociedad Canina apunta que se debe incluir la peluquería ocasional, lo que se traduce en una media de 150 euros más anuales.
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Las más caras. Vaya por delante que la mejor opción es adoptar un perro en un centro de protección de animales. Pero si, por cualquier circunstancia, optamos por comprar, el precio medio de un cachorro de raza son 750 euros. La razas más caras son chow chow (de 1.000 a 8.000 euros); pharaoh hound (1.000-6.000 euros); dogo argentino (1.000-6.000); samoyedo (1.000-1.500); akita inu (1.000-4.000) ; mastín tibetano (600-1.300); o bulldog inglés (de 1.500 a 2.000).
Las más demandadas. Uno de cada cuatro españoles se ha planteado en algún momento regalar una mascota, según los datos de la Fundación Affinity, recogidos por la Real Sociedad Canina Española. Los más demandados son los de las razas pastor alemán, chihuahua, bichón maltés, yorkshire terrier, labrador retriever, bulldog francés o cocker y el perro de agua español
En hogares con más miembros Los canes han pasado de ser animales con una función determinada –desde cazar a hacer labor de pastoreo o ser guardianes en casas– a convertirse en miembros de la familia. En España viven un total de 6.265.000 niños y niñas menores de 14 años, mientras que el número de perros registrados supera los 7 millones. «Pero, en contra de lo que se puede creer, no se trata de que cumplan el papel de sustituir a los niños en los hogares. En las viviendas con más miembros hay más perros que en los hogares donde viven parejas sin hijos o personas solas», detalla el veterinario Manuel Lázaro.
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