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Pregunta de Trivial, ¿qué país es el más cafetero del mundo? ¿Brasil? ¿Estados Unidos? ¿Italia? Frío, frío. La respuesta correcta es Finlandia, seguido de Noruega y Suecia. ¿A qué no se lo esperaba? Pues sí, los finlandeses consumen una media de doce kilos al año ... por persona, más del doble que los españoles, que ocupamos el puesto número 19 en el ránking mundial de amantes del café, un sector del que viven más de 120 millones de personas en todo el mundo. Las cifras que se manejan en la industria cafetera son abrumadoras. Cada día se sirven en el mundo más de 2.600 millones de tazas de esta infusión -en España, más de 21 millones-, compuesta por más de un millar de sustancias químicas distintas, entre las que destaca la cafeína. Pese a su popularidad, en alguno aspectos el café todavía es un gran desconocido. «Es una de las bebidas más consumidas en el mundo después del agua y culturalmente no deja de ser uno de los elementos sociabilizadores por excelencia», explica la portavoz de la Asociación Española del Café (AECafé), Isa Moyano, con la que organizamos un café virtual para que nos explique todos sus secretos.
«El café, como el vino, tiene miles de matices», advierte Moyano antes de iniciarnos en su ámbito de trabajo. En primer lugar, se debe diferenciar entre variedad y origen. La primera se refiere a la familia botánica a la que pertenece la planta del café o cafeto, entre las que destaca la arábica (sabor más suave y más cara) y la robusta (mayor concentración de cafeína y sabor más amargo), que son las dos más vendidas en nuestro país. Mientras que con el origen nos referimos al país de procedencia de los granos de café verde antes de ser tostados. Colombia, Brasil, Etiopía, Guatemala, Costa Rica, Uganda... Otra posibilidad sería optar por un 'blend', «una mezcla de cafés de diferentes orígenes para crear una receta maestra».
En el mercado español podemos encontrar tres tipos de café en función del tueste: natural (sin ingredientes añadidos); torrefacto (el café verde se tuesta con sacarosa o jarabe de glucosa); y el de mezcla, en el que se combinan los dos anteriores en diferentes proporciones. «Las más habituales son mitad y mitad o 70% natural y 30% torrefacto», precisa la portavoz de AEcafé, que representa a más de un centenar de empresas de importación, distribución y comercialización, el 90% del sector cafetero español.
«Hay quien compra el café en grano por el placer de molerlo al instante, pero también quien lo prefiere ya molido para no complicarse. Al margen de las preferencias de cada uno, lo más importante es seleccionar el grado de molido en función de la cafetera que se vaya a utilizar. La molienda gruesa es más indicada para prensa francesa, mientras que la fina funciona mejor en las cafeteras tipo italiana o máquinas de espresso», puntualiza la experta.
Corto, descafeinado largo, manchado, americano, con una nube... «Las posibilidades respecto a su preparación son infinitas», conviene Isa Moyano. Además de solo, se puede tomar con leche –el clásico café con leche o cortado de toda la vida, pero también cappuccino, flat white o latte–; con nata (vienés); con leche condensada (bombón); con helado –affogato (postre italiano que se prepara con café y helado de vainilla) o escocés (helado de vainilla, whisky); o con licores –carajillo (brandy y ralladura de limón) e irlandés (whisky, jarabe de azúcar y nata)–.
Aunque en España somos 'cafélecheros' en general, existen preparaciones regionales muy características como, por ejemplo el 'asiático', originario de la región murciana de Cartagena «y que incluso cuenta con un vaso característico que sirve como receta», explica la portavoz de AECafé. Este café lleva brandy, Licor 43, leche condensada, canela, corteza de limón y dos granitos de café. Otro clásico es el 'cremaet' (ron quemado con dos granos de café, canela, azúcar, piel de limón y café corto), considerado el primo valenciano del carajillo y «el postre perfecto del 'esmorzaret'». Completan la terna de variantes regionales el 'barraquito' canario (café, leche en crema, condensada y Licor 43) y las especialidades malagueñas como la nube (90% café, 10% leche) o la 'mitá' (50% café, 50% leche).
Solo uno de cada diez cafés que se sirven en los locales hosteleros es descafeinado, mientras que los asturianos y canarios son los mayores consumidores de café del país. Murcianos y manchegos cierran la clasificación.
¿Quiere preparar un buen café? Siga los consejos del barista y fundador de Kima Coffee, Rabi Aouam.
Requisitos básicos: café arábica de especialidad; agua mineral; molino de café (un pequeño lujo que nos permitirá adaptarnos a diferentes preparaciones); y báscula.
EN CAFETERA ITALIANA O MOKA
Ingredientes: agua mineral y café molido fino-medio (en una escala del 1 al 10, sería un 3).
Preparación: Calentamos el agua y rellenamos la parte inferior hasta la válvula. Es muy importante que el agua esté caliente, casi a punto de ebullición. Si no tenemos hervidor, la podemos calentar en la vitrocerámica sin poner ni el cacillo ni la parte de arriba de la cafetera. Rellenamos el cacillo con el café haciendo una montaña y enrasamos sin dejar ningún hueco ni presionar. Bajamos a fuego medio (5-6 de 10) y colocamos el cacillo con cuidado de no quemarnos. Después, enroscamos la parte de arriba de la cafetera y dejamos la tapa abierta. Permanecemos atentos y cuando salga más aire que café retiramos del fuego y removemos. Servir al momento.
ESPRESSO
Es importante que la molienda sea muy fina (en una escala del 1 al 10 sería un 1). Aunque no hay una receta exacta, recomendamos mantener una relación entre el peso del café molido (seco) y el peso del café en líquido. Por ejemplo, para un espresso (porta individual) se usan 10 gramos de café molido, que nos da una bebida de 20 a 22 gramos extraída en 25-27 segundos. Para dos espressos (porta doble) se duplica la cantidad de café pero se mantiene el tiempo de extracción. Si la bebida sale en menos segundos, quedará ácida, mientras que si se alarga la extracción tendremos una bebida con notas amargas y a quemado.
ÉMBOLO O PRENSA FRANCESA
Ideal para cafés suaves y aromáticos.
Ingredientes: 250 grs. de agua mineral; 15 grs. de café molido medio/grueso (8 de 10). El ratio en esta preparación es de 1 gramo de café molido por cada 17 de agua.
Preparación: calentamos el agua hasta los 94 grados. Llenamos la cafetera de agua, añadimos el café, removemos y comprobamos que todo el café esté mojado. Esperamos 3 minutos y medio, retiramos la costra y también la espuma que se ha creado. Añadimos el émbolo y filtramos el café. Se sirve al momento. Si lo dejamos dentro se amarga.
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