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Ilustración: Daniel Castiñeiras
El riesgo del buen tiempo para la salud de tus mascotas: cuidado con la oruga procesionaria, garrapatas y espigas

Ojo con el paseo del perro en primavera

Garrapatas, pulgas, espigas... son un riesgo

Isaac Asenjo

Madrid

Sábado, 12 de marzo 2022, 00:02

Los paseos con el perro se agradecen con el buen tiempo, pero ojo que la primavera que entra y luego el verano entrañan más peligros para nuestras mascotas que los periodos más fríos del año. A la explosión floral del campo le acompaña la aparición ... de insectos, parásitos, alergias y otros riesgos para los de cuatro patas. Aquí, unas precauciones a tomar.

Oruga procesionaria

«Sus púas pueden causar incluso la muerte de tu perro»

Forman enormes filas al desplazarse de un pino a otro, los únicos árboles en los que se desarrollan formando sus nidos o bolsas, y provocan multitud de quebraderos de cabeza a los dueños de perros. ¿Por qué resultan peligrosas? Las púas de estas orugas son muy irritantes y presentan unos niveles de toxicidad que pueden causar incluso la muerte de tu compañero de cuatro patas. «Tienen un aspecto difícil de confundir, con la cabeza y la piel de color negro, pelos rojizos por el dorso y grises por los costados», enseña a identificarlas Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid. El experto advierte que es probable que nuestra mascota vaya, atraída por su curiosidad, a olisquearlas. Si se acercan mucho, los pelillos que desprenderán al sentirse amenazadas, se le pueden incrustar al animal en las patas, el morro y especialmente en la lengua y en la boca. Los síntomas dependerán del contacto que haya tenido con la oruga, pero los más comunes son: hipersalivación, edema visible en la lengua con coloración muy roja o amoratada, urticaria grave y dificultad para respirar. «Es fundamental que el animal no se lleve a la boca la oruga procesionaria. La absorción de toxinas es masiva y origina cuadros de enorme gravedad –vómitos, shock o hipotensión–, pudiendo llegar a morir si no se atiende con rapidez», hace hincapié en la gravedad el experto.

Pulgas, garrapatas y flebótomos

«Las garrapatas pueden llegar a provocar anemia»

Son más que una molestia, por lo que nuestro perro debe evitar meter el hocico donde no debe. Además de cepillarle regularmente, debemos observar si se trae algún acompañante indeseado de la calle. ¿Qué riesgos podrían entrañar? El experto apunta que las pulgas pueden provocar malestar y desplazarse por el cuerpo, trauma e irritación producido por su mordida. En caso de las garrapatas, asociada más a zonas de campo que a parques urbanos, pueden ser el atenuante de numerosas enfermedades como la anemia. ¿Puedo quitársela yo? Sí. «Debemos usar pinzas –existen unas específicas para ello– y es fundamental que, al retirarla, no dejemos la cabeza dentro de la piel del perro para evitar infecciones. Quemarlas, echarles alguna sustancia química potente o arrancarlas con la mano está desaconsejado, ya que provocan que el bicho vomite la sangre ingerida y aumentamos el riesgo de contagio de enfermedades».

En el caso de los mosquitos, lo más destacado es la transmisión de enfermedades como la Leishmania, un transtorno crónico para el que existen dos vacunas no obligatorias en España, sin cura conocida actualmente y que, sin tratamiento, puede tener graves consecuencias. ¿Podemos hacer algo para contrarrestar a estos parásitos? Lo principal es llevar al día el calendario de productos antiparasitarios, el cual consultaremos con nuestro veterinario, así como el uso de collares rellenos de insecticida y pipetas que administraremos manualmente cada cuatro semanas.

Espigas

«Hay que mirar las patas si vemos que cojea»

Su morfología en forma de arpón es clave para el daño real que pueden hacer, siendo un peligro infravalorado a tener en cuenta. Puede ocurrir que nuestro animal pise una y, en lugar de en la tierra, sea en las almohadillas de la pata donde se clave. Si vemos que cojea, haremos una inspección de la planta y también otra rutinaria al terminar el paseo. El perro no debe lamerse la zona afectada, ya que el peligro está en que se introduzca en la boca u otros orificios, especialmente en ojos o fosas nasales. Al ir avanzando por el interior del conducto auditivo pueden llegar a perforar el tímpano, cuenta la responsable científica de MSD Animal Health Federica Burgio, que advierte de que el primer síntoma que debemos identificar con rapidez es la sacudida enérgica de la cabeza y el caminar con ésta inclinada.

Pesticidas

«Provocan vómitos, apatía o nerviosismo»

Debido al uso de pesticidas para las plagas, es posible que un perro coma hierba de esa zona y se intoxique. El animal podría presentar vómitos, apatía, nerviosismo y, en casos graves, la muerte. Si aparecen estos síntomas habría que acudir al veterinario. Otro de los cuidados es el uso de los productos antiparasitarios en el can. Un buen asesoramiento sobre el modo específico de administración y la composición idónea para las características de cada perro es clave para protegerlo. Los expertos recomiendan que en caso de viajar a una zona diferente a la que vivimos - ya sea de mar o de montaña- consultemos a nuestro veterinario para que ajuste, si es necesario, el protocolo de prevención ante las situaciones de riesgo.

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