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La mula Francis, que en realidad se llamaba Molly, estrella de comedias en los 50.
Mulas, ligres, balfines y otros animales híbridos
¿Sabías que...?

Mulas, ligres, balfines y otros animales híbridos

Un recorrido por la procreación entre ejemplares de especies distintas, en el que no faltan estrellas de cine y récords Guinness

Domingo, 4 de julio 2021, 00:14

Muy admiradas por Charles Darwin

Un animal híbrido es el que tiene progenitores de especies o subespecies distintas. Puede parecer un concepto rebuscado y chocante, pero todos estamos acostumbrados al ejemplo más común: la mula (o mulo, porque se usan los dos géneros para designarlos) es el resultado de cruzar una yegua y un burro y existe desde la noche de los tiempos. Aparecen mencionadas en la Biblia y la 'Ilíada', estuvieron entre las grandes protagonistas de la colonización del Oeste americano y han sido siempre muy apreciadas en nuestro entorno rural, hasta dejar la profunda huella de su herradura en nuestro idioma: uno es terco como una mula, está hecho un mulo o trabaja como un mulo de carga. Dicen que la mula hereda lo mejor de cada rama familiar, es decir, la inteligencia y la dureza del asno y la agilidad y la velocidad del caballo. El mismísimo Charles Darwin se asombraba de esa feliz selección de rasgos: «La mula siempre me ha parecido un animal de lo más sorprendente –escribió–. Que un híbrido posea más razón, memoria, obstinación, afecto social, capacidad de resistencia muscular y longevidad que cualquiera de sus padres parece indicar que el arte ha superado aquí a la naturaleza». Eso sí, hay un punto en el que la mula se queda en medio, genéticamente indecisa: su voz es un curioso sonido que equidista del rebuzno y el relincho.

Mejor una hembra, por si acaso

De la mula se suele afirmar que es estéril, y eso es cierto en la inmensa mayoría de los casos, pero las hembras procrean a veces tras aparearse con un burro o un caballo. Es un suceso tan infrecuente que incluso se aprovecha en una expresión latina para reflejar las cosas improbables o imposibles, esas que sucederán «cum mula peperit», cuando una mula tenga un potro. En algunas sociedades, de hecho, esos inesperados alumbramientos se han llegado a considerar signos del final de los tiempos. Hay también burdéganos (hijos de caballo y burra), cebrallos y cebrasnos (de padre cebra y madre yegua o burra) e incluso camas (un híbrido por inseminación artificial de dromedario y llama), pero solo las mulas pueden presumir de tener su propia estrella mundial: Francis, la mula parlante, arrasó en una serie de películas estadounidenses de los años 50. El personaje era macho, pero lo interpretaba una hembra llamada Molly. Según algunas fuentes, la industria del cine no quería arriesgarse a que el miembro viril de un mulo asomase accidentalmente por la gran pantalla.

La balfina Kekaimalu. Sea Life Park

Trabajo diurno y ocio nocturno

Si la mula encabeza el 'hit parade' de los híbridos, en el extremo opuesto de frecuencia y popularidad podemos situar el balfín, hijo de un delfín mular y una falsa orca (el 'bal' de su nombre viene de ballena, aunque en realidad la 'Pseudorca crassidens' es otra especie de delfín). Solo existe un ejemplar: Kekaimalu, una hembra nacida en 1985 en el Sea Life Park de Hawái. Fue el resultado de una «unión no planificada» entre dos de las estrellas del parque acuático, la orca macho I'anui y la delfina Punahele, que actuaban juntos y, por lo que se ve, también compartían su tiempo de ocio nocturno en el tanque común. La balfina Kekaimalu (que también ha aparecido en el cine, en 'Sígueme el rollo', con Adam Sandler y Jennifer Aniston) es fértil y ha parido tres crías: la primera murió a los pocos días, la segunda vivió 9 años y la tercera, Kawili Kai, de padre delfín mular, ha cumplido ya los 16.

Hércules con una de sus entrenadoras, Moksha Bybee. Guinness World Records

Pumapardos, tigardos y jagliones

La familia de los felinos es otra fuente generosa de híbridos llamativos y nombres desconcertantes: ahí están el pumapardo (de padre puma y madre leoparda), el tigardo (tigre y leoparda) o el jaglión (jaguar y leona), aunque el más conocido es sin duda el ligre, hijo de un león y una tigresa, cuya fabulosa apariencia podría describirse como un gran león con rayas desvaídas de tigre. Las dos especies no se aparean en libertad, aunque históricamente han convivido en algunos hábitats, pero el ser humano ha propiciado la existencia de ligres desde hace siglos. Mientras que el tigón (hijo de tigre y leona) es más pequeño que sus padres, el ligre es un bicho descomunal y eso lo vuelve muy cotizado como fiera circense, para espanto de las sociedades animalistas, que argumentan que su propia naturaleza desmesurada le provoca sufrimiento. Según el libro Guinness, el felino más grande de la actualidad es el ligre Hércules, residente en un 'safari park' de Carolina del Sur. Mide 3,33 metros de largo, pesa 418 kilos y se zampa unos trece kilos y medio de carne al día. O, tal como aclaran los responsables del emporio de los récords, «más o menos lo que pesa un niño de dos años».

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