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Que no te vendan gato por liebre

Que no te vendan gato por liebre

Sello 'covid free', desinfectantes milagrosos, servicios técnicos oficiales que no lo son... La picaresca se multiplica en época de incertidumbre

Lunes, 22 de junio 2020

El refranero popular no puede ser más acertado. Siempre ha habido charlatanes dispuestos a vender gato por liebre a costa de la inocencia o ignorancia de los consumidores, sobre todo en épocas de incertidumbre como la actual. La crisis desatada por el coronavirus ha servido, según denuncian las organizaciones de consumidores, de «caldo de cultivo» para la proliferación de una versión moderna de los clásicos vendemotos «que juegan en muchas ocasiones con el miedo de la gente para intentar colarnos sus productos». Pero no solo ocurre con servicios o prestaciones relacionados con el Covid-19. También con productos de consumo habitual como los servicios de reparación, de electricidad, alimentación...

Sello 'covid free' o cómo aprovecharse del miedo

El sello 'Covid Free' que lucen orgullosos algunos negocios en el escaparate «no significa nada». Simplemente que han limpiado y desinfectado el local, pero no tiene ninguna validez desde el punto de vista sanitario. «Además, ofrece a los clientes una falsa sensación de seguridad, que puede llevarles a relajar las medidas de precaución verdaderamente efectivas como el mantenimiento de la distancia y la higiene de las manos», alertan en la OCU. Las empresas de limpieza tienen ahora mucho trabajo y algunas han descubierto una nueva 'oportunidad de negocio' en la desinfección de locales comerciales a los que garantizan la ausencia de coronavirus «mediante un sello 'covid free' que ellos mismos se han sacado de la manga», denuncian las asociaciones de consumidores.

«Y lo peor es que muchos comerciantes pican. Nos encantaría que esto fuese así de fácil, pero lamentablemente no es posible garantizar que un establecimiento esté 100% libre de Covid-19. La empresa puede informar a sus clientes que se ha desinfectado el local, pero nada más. De hecho, hay muchas personas contagiadas que no presentan síntomas y que al entrar en el establecimiento pueden propagar el virus por muchos tratamientos de desinfección que se hayan realizado antes», recuerda la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu. Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios ha pedido al Ministerio de Sanidad que prohíba a las empresas de limpieza comercializar y publicitar este tipo de sellos, que no son garantía de seguridad.

Purificadores, generadores de ozono, ionizadores... No cuela

Los purificadores e ionizadores de aire tampoco eliminan el virus por más que su publicidad así nos lo quiera hacer creer. «Pueden ser un complemento, pero no sustituyen ningún caso a las medidas realmente efectivas como la ventilación o la higiene personal y de las superficies», precisan los expertos. Algunos purificadores dicen capturar en el aire partículas hasta del tamaño de un virus, pero ninguno es capaz de proteger completamente a las personas de estos patógenos, aunque presuman de eliminar gérmenes de todo tipo. En el caso de los ionizadores, las investigaciones realizadas sugieren que pueden ayudar a prevenir la propagación de hongos y bacterias potencialmente infecciosas en entornos estériles como hospitales y clínicas dentales, pero ¿son una alternativa para combatir la propagación del coronavirus en el hogar? «No, por sus efectos adversos en las personas expuestas», advierten en la OCU.

Ocurre algo parecido con los generadores de ozono, que algunos fabricantes 'venden' como un remedio infalible contra el coronavirus cuando ni siquiera están incluidos en la lista oficial de viricidas autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad ni de la Organización Mundial de la Salud. «Lo que sí se sabes es que el ozono puede irritar el tracto respiratorio en ambientes interiores, incluso a bajas concentraciones, además de desencadenar ataques de asma en personas sensibles o dañar el sentido del olfato, por lo que no son una opción recomendable como desinfectante», advierten los especialistas. Como tampoco lo son los purificadores con rayos UV, que además de innecesarios son potencialmente peligrosos. Abrir las ventanas de casa durante diez minutos dos veces al día para renovar el aire interior es la medida más eficaz y barata de purificar el ambiente.

Ningún suplemento previene o cura el coronavirus

Una cosa es tratar de estar lo más fuerte y sano posible para afrontar una hipotética infección en las mejores condiciones y otra muy distinta hacer caso de todos los suplementos que nos tratan de vender para supuestamente fortalecer nuestro sistema inmunitario frente al Covid-19. En este sentido, los expertos son tajantes. «No hay complementos alimenticios que prevengan, traten o curen la infección por coronavirus».

En el mercado se pueden encontrar suplementos con equinácea, jalea real, probióticos, propolis, flavonoides, extractos de pepitas de uva, tomillo, ajo, piel de cebolla, cúrcuma, espirulina, baya de saúco... pero ninguno de ellos ha demostrado su eficacia para prevenir o tratar este virus, «por lo que ninguno pueden venderse como tal», señalan en la OCU. Los expertos aconsejan seguir una dieta variada y equilibrada donde predominen los productos frescos de origen vegetal. «Pero no hay que dejarse embaucar por grandes promesas ni por el origen natural de los ingredientes. Natural no es sinónimo de inocuo», alertan.

Ojo con los servicios 'oficiales' de reparación

Pero no solo de bulos relacionados con el coronavirus vive el hombre. Son muchos los resquicios por donde algunas empresas tratan de colársela a los consumidores. Y el de los servicios técnicos es uno de ellos. De hecho, casi la mitad de los que aparecen en los primeros puestos de Google como oficiales no lo son. «Es más, a menudo salen más arriba que los verdaderos», revela un estudio realizado por la OCU, que ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Consumo para exigirle que «controle y, llegado el caso, sancione a todas aquellas empresas de reparaciones que se anuncian como oficiales de una marca sin serlo».

Un servicio técnico independiente puede ser igual de competente que el oficial, pero no dispone del aval del fabricante que certifica que los técnicos están especializados en los modelos de la marca y trabajan habitualmente con piezas y componentes originales. «Además, puede poner en riesgo la garantía del producto que se necesita reparar», advierten. Otro problema recurrente es la falta de información sobre las tarifas y el tiempo estimado de intervención por avería. Una circunstancia que suele darse también en los servicios oficiales de reparación.

Sin gluten no es sinónimo de más sano... sí de más caro

De unos años a esta parte, los supermercados se han llenado de alimentos con la etiqueta 'sin gluten'. «Se trata de una tendencia que más que ayudar a los celíacos parece querer atraer a consumidores persuadidos de que el gluten es malo para su salud. Un presunto daño avalado por informaciones sin evidencia científica que señalan a esta proteína –habitual en el trigo, la cebada, el centeno y, en menor medida, la avena– como causa de malestar digestivo o un obstáculo para perder peso», lamenta Ileana Izverniceanu. De ahí que la OCU insista en que, salvo para los celíacos, «no hay ningún beneficio para la salud en seguir una dieta sin esta proteína. Al contario, suele ser deficitaria en fibra, entre otros nutrientes».

Pese a todas las advertencias, «la industria alimentaria se ha apuntado a la moda del 'gluten free', incluso en alimentos que nunca lo han tenido como las verduras naturales, los encurtidos o los mejillones en conserva y que ahora lucen el sello. Las ventas se han multiplicado por 13 en apenas seis años, «amparadas en muchas ocasiones por la posibilidad de obtener un mayor beneficio, ya que los productos sin gluten son un 5% más caros de media», denuncian.

¿Bulos? ¿Publicidad engañosa?, denúncielo

Si alguna vez ha sentido que le han engañado con las bondades de un producto o se lo han querido vender con medias verdades, denúncielo. A través de la iniciativa #NoCuela, la Organización de Consumidores (OCU) gestiona una campaña para «señalar y desmentir informaciones que no se ajustan a la verdad y que perjudican a los usuarios ya que, en la mayoría de los casos, van en contra de sus intereses, de su modo de vida o incluso de su propia salud». Según denuncia la organización, en la actualidad proliferan a gran velocidad infinidad de noticias que, aunque no siempre son malintencionadas, pueden ser dañinas para el consumidor, especialmente si afectan a asuntos relacionados con la salud. «Otras veces, estas falsedades son creadas y difundidas de forma tendenciosa y malintencionada con el único objetivo de confundir y engañar a la opinión pública y a los consumidores, tratando de formar opiniones concretas o de influir en decisiones que son beneficiosas solo para determinados sectores».

Ante esta situación, la OCU dispone de un correo electrónico (nocuela@ocu.org) y del hashtag #NoCuela para que cualquier consumidor pueda compartir y difundir la información desmentida e incluso solicitar a la propia organización que investigue cualquier publicación dudosa para que compruebe su veracidad.

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