Estos utensilios ahorran tiempo en la cocina

El profesor de la Escuela Superior de Hostelería Bilbao Igor Ozamiz explica que al incorporarse nuevas técnicas culinarias, es normal que se multipliquen los utensilios. «Está bien conocer todas las herramientas, aunque sean para cosas muy específicas, pero hay que asegurarse de que sean útiles y válidas para las elaboraciones que hacemos y no comprar por comprar». Otro consejo que da el docente de la Escuela de Hostelería de Madrid Juan Julián Fernández a los cocinillas: «Primero hay que tener la necesidad y luego buscar el utensilio. No al revés».

Cortador de plátanos que hace trozos idénticos de un solo movimiento –existe otro utensilio con el mismo mecanismo para trocear sandías y melones–. En este grupo hay también uno más sofisticado para aguacates –quita el hueso–.

Un simple tubo de silicona para pelar ajos es la forma más rápida para pelarlo sin que nos quede olor en las manos. Se colocan las cabezas en el tubo y se gira hacia adelante y hacia atrás en el banco de trabajo. Este utensilio puede acompañarse de un prensador de ajo, una superficie metálica con orificios.

El descorazonador de manzanas sirve para quitar la parte central de la fruta para hacer alguna receta. En el mercado encontramos también un extractor de hueso de cerezas y un pelador de uvas –mucho menos habituales– y hasta un divertido pelador de pipas.

Una tijera con varias cuchillas, una al lado de las otras, facilita un corte uniforme y rápido de hierbas como menta, perejil, tomillo, hinojo o cebollino.

Tijeras con moldes acoplables en la punta: redondos para hacer bolas de arroz o albóndigas y rectangulares para croquetas o sushi. Se introduce la masa y se prensa por ambos lados. La ventaja es estética: salen todas las piezas con igual forma; e higiénica: no te manchas las manos.

El prensador de hamburguesas permite también hacerlas iguales, del mismo grosor y circunferencia. Es sencillo, se coloca la carne en un molde y se aplasta con la tapa.

En el 'Eddington Egg Cuber' se introduce un huevo cocido en el recipiente, se presiona y se mete en la nevera durante una hora. ¿El resultado? Huevos con una forma cuadrada.

El 'EZCracker' sirve para cascar huevos sin tocarlos. Colocamos el huevo entre las pinzas del aparato y presionamos. Yema y clara caerán limpiamente mientras la cáscara queda atrapada.

Un cortador de pizzas muy útil: es una tijera que incorpora una espátula de acero inoxidable. De esa forma recoge la porción tras cortarla para ponerla sobre el plato. Es una forma práctica de servir trozos iguales y sin que se nos escurra el queso, como sucede si las repartimos con el cartón que viene en las cajas o un cuchillo.

¿Cómo calcular las raciones de pasta para cocer? El medidor de espaguetis es la respuesta. Un dispositivo circular en el que se introduce la pasta y nos detalla qué cantidad echar en función del número de comensales.

Una pistola que derrite barritas de queso en tres minutos y permite lanzarlo a los platos de forma muy original es uno de los últimos inventos en la cocina. Es conocido como el 'fondoodler'.

Otro utensilio para divertirse entre fogones es el bolígrafo que se rellena de canela para decorar los cafés –también admite cacao–. Es preciso a la hora de esparcir las especias que quieras en el vaso.

Las barritas enfriadoras de cervezas –van de la nevera al vaso– se complementan con otro 'capricho': los moldes de hacer hielos con la forma del barco 'Titanic'' y del iceberg contra el que chocó –se hunden en la copa–.

La balanza digital de alimentos con 'app' calcula el aporte nutritivo diario del comensal. Ofrece datos de hasta siete nutrientes de un millar de alimentos preestablecidos con la aplicación de móvil, que incluyen calorías, sal, grasas, proteínas, carbohidratos, colesterol y fibra.