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Cómo regular el termostato según la ciencia

Cómo regular el termostato según la ciencia

Seguir unos sencillos consejos puede ayudarnos a ahorrar unos euros en la factura y alguna discusión

Miércoles, 27 de diciembre 2023, 18:53

Una de las sensaciones más agradables en invierno es llegar a casa y sentir el calor nada más entrar por la puerta. Pero esto tiene consecuencias, especialmente para nuestra cartera. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio ... de Transición Ecológica, la calefacción representa casi la mitad de la energía que gastamos en nuestros hogares. Esta misma entidad calcula que por cada grado que aumentemos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. En otras palabras, de cómo manejemos la calefacción en nuestro hogar dependerá, y mucho, la salud de la economía doméstica. Y quizás nos ahorremos también alguna que otra discusión. Una de las herramientas que recomiendan los expertos para regular la temperatura en casa es el termostato. Si seguimos unas pautas científicas, el resultado será todavía mejor.

Qué tipos hay y cuánto cuestan

Los hay de varios tipos. Los más sencillos y antiguos son los mecánicos. Se regulan normalmente con una rueda y son los menos precisos. Cuestan unos 20 euros. Los digitales, presentes en casi todas las viviendas nuevas, permiten fijar la temperatura de encendido y apagado durante el día y la noche con precisión, lo que conlleva un ahorro de energía significativo. Su precio oscila entre los 30 y los 50 euros.

Más modernos todavía son los termostatos inteligentes, que hacen lo mismo que los digitales con la ventaja de que pueden ser regulados desde una aplicación en el teléfono móvil, recibir notificaciones sobre las alteraciones de la temperatura y conectarse con otros dispositivos como las luces y las persianas inteligentes. Algunos incluso detectan los cambios en la temperatura y humedad por una ventana abierta y alertan al usuario. Todas estas funciones se pagan y pueden dispararse hasta los 200 euros. Otros tipos de reguladores son los inalámbricos, que son los que no necesitan ninguna conexión eléctrica a la caldera para poder funcionar. Se utilizan en inmuebles donde existe mucha distancia entre la caldera y la habitación donde se ubica el termostato. El precio que tienen ronda los 100 euros si no son programables y hasta 300 euros si lo son. Un último tipo son los termostatos modulantes, que en lugar de modificar la temperatura de nuestras casas, intervienen en la potencia de la caldera, lo que optimiza el ahorro. Se encuentran a partir de los 100 euros.

LAS CLAVES

  • 21 grados Con esta temperatura es suficiente para estar en casa

  • Durante la noche Apaga la calefacción y espera a ventilar para volver a encenderla.

  • Ventilar las habitaciones Bastan diez minutos con las ventanas abiertas para renovar el aire.

  • Ventanas Son claves. Entre el 25% y el 30% de nuestras necesidades de calefacción se deben a pérdidas de calor que se originan en ellas

  • Radiadores Hay que purgarlos y no cubrirlos para que funcionen correctamente.

¿Dónde los colocamos?

Es importante colocar el termostato en el lugar adecuado de nuestra vivienda. Si se expone al sol o sobre una fuente de calor, como un radiador o una chimenea, podría afectar a su funcionamiento. Lo más habitual es instalarlo en el salón, una zona no expuesta de la casa donde el dispositivo puede medir mejor la temperatura de la habitación sin verse afectado por otros puntos de calor.

¿Cuál es la temperatura adecuada?

Aquí está la madre de todas las batallas, porque para lo que unos es frío, para otros no llega ni a fresco. Ya se sabe, cada persona es un mundo y la percepción del frío varía según el sexo -normalmente los hombres llevan mejor las bajas temperaturas por su mayor masa muscular y un metabolismo más acelerado-, Según la IDAE, la temperatura ideal de confort para el hogar es 20-21 grados durante el día -la Organización Mundial de la Salud la rebaja a 18º en climas templados- y 15-17 ° por la noche. Como queda dicho, cada grado de diferencia cuenta y supone un 7% más de gasto. Una investigación británica ha estimado que la factura anual se rebaja más de esta forma (115 euros al año) que reduciendo el tiempo en que ponemos la calefacción (13 euros). Los expertos aconsejan también utilizar ropa de abrigo para estar en casa, bajar las persianas por las noches y correr las cortinas, que ayudan a que no se escape el calor.

Horarios

A la hora de establecer cuándo activar la calefacción conviene usar el sentido común. El consejo de IDAE es ajustar el encendido a los momentos en que estamos en casa. Una alternativa para evitar que el frío se apodere de nuestro hogar si no está bien aislado es bajar el termostato 4 o 5 grados cuando nos ausentemos y volver a subirlo al volver. Por la noche se puede apagar sin mayor problema. Cuando estamos acostados y arropados bajo un sinfín de mantas, no es necesaria la calefacción. Como norma, apagar la calefacción por la noche y encenderla unos minutos al levantarse es mucho más eficiente que dejarla encendida toda la noche.

Por habitaciones

No todas las habitaciones tienen las mismas necesidades de calor. En los espacios en los que estamos durante el día, como el salón, la temperatura deberá ser mayor que en los dormitorios. La cocina también tiene sus propias fuentes de calor, por lo que se puede regular la calefacción en ella. Un factor a tener muy en cuenta es la humedad: cuanto más alta sea, más frío se sentirá. Y cuidado con las ventanas. Buena parte del calor se escapa por ellas.

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