¿Compensa comprar un coche eléctrico?

Hace años, las dudas a la hora de comprar un coche se reducían básicamente a decidir entre el modelo diésel o el de gasolina. Ahora, sin embargo, las opciones se han multiplicado al entrar en juego los vehículos electrificados, que ya superan el medio millón de unidades en nuestro país ente híbridos y eléctricos. Uno de los motivos por los que la venta de vehículos con motores limpios no terminó de despegar en sus inicios fue básicamente por el precio, muy superior al de los modelos de combustión. Las cuentas de los conductores no cuadraban y la mayoría terminaba por elegir utilitarios más baratos pese a resultar más contaminantes. La escasez de puntos de recarga y la incertidumbre sobre la tarifa de la electricidad tampoco animaban demasiado a su compra.

El informe realizado hace tres años por la Fundación Europea del Clima junto con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se comparaban los gastos totales de movilidad de un turismo compacto de gama media según el tipo de combustible o energía que usaban confirmaba la carga económica que todavía suponía para el bolsillo de los conductores la transición hacia el reto de cero emisiones. «El precio del vehículo era y sigue siendo la mayor barrera a la que se enfrentan los clientes cuando acuden de primeras a un concesionario y comparan un mismo modelo en la versión tradicional y la híbrida o 100% eléctrica», admite Juan Luis Fernández, responsable de Asuntos Públicos de la patronal de los concesionarios españoles de automoción, Faconauto. Sin embargo, los resultados del informe realizado este año sobre el coste de la movilidad en esa especie de duelo que mantienen los coches de combustión frente a los eléctricos «muestra claros avances respecto a la situación de entonces». Uno de ellos es precisamente el abaratamiento de los vehículos enchufables respecto a los diésel o gasolina, «lo que hace que resulten mucho más competitivos que hace tres años», concluye el estudio.

No cabe duda de que la concesión de ayudas directas de hasta 7.000 euros para su compra y el ajuste de los precios de la electricidad con tarifas nocturnas reducidas han contribuido a que un número importante de conductores haya decidido dar el paso hacia los motores limpios. De hecho, se calcula que la venta de vehículos totalmente eléctricos aumente este año en un 40% y en un 80% en 2022. «Los clientes son cada vez más conscientes de que los coches con etiqueta ambiental no solo tienen un mayor rendimiento en términos de emisiones sino que además resultan económicamente muy rentables en el largo plazo», apunta el directivo de Faconauto.

El estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios arroja una conclusión muy clara a este respecto. «Los motores ecológicos, tanto de gas como eléctricos, siempre resultan más baratos. Y cuantos más kilómetros se recorran, mayor es la ventaja de los 100% eléctricos». En términos de consumo y siempre según los datos de este informe, los vehículos más económicos son los de bifuel alimentados por gas natural comprimido (GNC), seguidos de los turismos totalmente eléctricos, cuyo gasto medio varía notablemente en función de la hora de repostaje. «Si se cargan siempre con tarifa nocturna reducida, el presupuesto en 'alimentación' adelgazaría unos 3.000 euros. Y con una ventaja decisiva: su nivel de emisiones es aproximadamente la mitad del que produce un coche GNC y casi la tercera parte que uno de gasolina», precisa la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu. La previsión de los expertos para los próximos años es que el precio de los vehículos eléctricos continúe a la baja y «su compra resulte cada vez más interesantes desde el punto de vista económico».

A diferencia de lo que ocurría hace tres años, los híbridos de gasolina se sitúan ahora bastante próximos a los diésel en términos de gasto y aventajan ya a los alimentados exclusivamente de gasolina. Más datos. «Los híbridos echufables todavía resultan caros a la hora de comprarlos, casi 10.000 euros más que el modelo equivalente no enchufable. Pero, ojo, porque cuando se usan al 70% en modo eléctrico el bajo precio de la electricidad los convierte en un turismos muy competitivos».

Al margen de las evidentes ventajas medioambientales, otro de los motivos que empuja a los conductores a pasarse a la energía limpia, especialmente en las grandes ciudades, es la posibilidad de acceder al centro y aparcar sin ningún tipo de coste. «Cada uno tiene que valorar cuáles son sus necesidades reales de movilidad y a partir de ahí elegir el modelo de coche que más le convenga», aconseja Juan Luis Fernández. ¿Y si se compra uno de segunda mano? «En ese caso, el modelo eléctrico resulta todavía más interesante, mientras que el de gasolina sería la opción más cara», precisan los expertos.

El informe también analiza los coches de hidrógeno (llamados de pila de combustible), cuyo elevado precio de venta no los hace todavía competitivos pero en los que hay depositadas muchas esperanzas. Se estima que en un plazo de diez años su coste será similar al de un vehículo híbrido convencional.

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