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Así es la tarjeta de crédito perfecta para las vacaciones

Prepara la cartera para tus viajes

Así es la tarjeta de crédito perfecta para las vacaciones

Las comisiones nos pueden amargar el viaje, así que hay que hacer varias comprobaciones. Y ojo si se paga con otra moneda allí donde vaya

Iratxe Bernal

Domingo, 28 de julio 2024, 18:38

Quien más, quien menos, todos calculamos cuánto podemos gastar durante las vacaciones. Planificamos qué haremos, echamos números y hasta nos marcamos un límite de gasto por día. Sin embargo, ese bienintencionado presupuesto se puede ir al garete, comisión a comisión, si no estudiamos, además, el medio de pago que vamos a emplear. Sobre todo, si salimos de la zona euro. La recomendación generalizada es llevar –o sacar allí– algo de efectivo, lo justo, y dar preferencia siempre a la tarjeta. Ahora bien, ¿a qué tarjeta? ¿De crédito o de débito? ¿Virtual o física? En el mercado hay una gran variedad de ellas que se pueden contratar incluso sin comisiones por mantenimiento, gestión o cancelación y que, por tanto, resultan muy prácticas cuando viajamos… siempre que conozcamos bien sus condiciones.

Lo más tentador, no lo vamos a negar, es llevar alguna que ya usemos en nuestro día a día. Pero basta con hacer un repaso muy por encima a las comisiones que pagaremos en el extranjero para asumir que merece la pena ponerse a comparar e incluso contratar una para usarla sólo en vacaciones.

Comisiones en el extranjero

De entrada, cualquier operación tanto en cajeros como en datáfonos conlleva una tasa por cambio de divisa, que puede estar entre el 1% y el 3%. Ojo, porque no hay que confundir esta comisión que nos cobran por convertir moneda, con el tipo de cambio. O mejor dicho, con el tipo de cambio que nos apliquen, porque cada banco –al igual que Visa y Mastercard– decide qué porcentaje añade por su cuenta al precio oficial del dinero. Además, para evitar riesgos mientras los mercados de divisas están cerrados, es frecuente que ese margen sea mayor los fines de semana. De modo que, si tras comparar las tasas de cambio teníamos una tarjeta favorita, debemos asegurarnos de que el tipo aplicado no le resta atractivo.

A estas comisiones, hay que sumar un clásico: la tarifa por sacar efectivo de los cajeros, que supondrá entre un 2% y un 5% de la cantidad que retiremos. Tenga en cuenta, además, que es muy probable que encima se vea incrementada por la 'surcharge fee', un recargo establecido por el banco propietario de ese cajero y que nuestra entidad tiene derecho a repercutirnos.

Dos mejor que una

Viajero precavido vale por dos, así que si podemos llevar más de una tarjeta, mejor. No sólo reduciremos el dolor de cabeza en caso de robo o pérdida; además, tendremos posibilidad de combinar las ventajas que cada una de ellas nos ofrezca por separado. Así, por ejemplo, podremos usar la que ofrezca mejor comisión por uso de cajero cuando necesitemos sacar efectivo y cambiarla por la de menor tasa de cambio cuando vayamos a pagar en comercios. Y puestos a contratar más de una, también resulta interesante tener una Visa y otra Mastercard, e incluso una de débito y otra de crédito. Las primeras suelen tener comisiones más bajas, pero las segundas pueden resultar imprescindibles si tenemos intención de alquilar un coche o hacer una reserva en un hotel.

Operaciones gratuitas

Otra de las características en que debemos fijarnos es el número de operaciones que nos dejan hacer sus versiones básicas (las gratuitas) sin cobrarnos alguna de las comisiones que hemos citado. Es una de sus estrategias comerciales con más gancho, así que cada maestrillo… Las hay que nos permiten algunas visitas al cajero o compras antes de cobrarnos ningún recargo. En cualquier caso, hay que conocer muy bien hasta dónde llega esa gratuidad y cuánto nos costaría cada operación cuando se acabe, cuando necesitemos hacer movimientos adicionales. Y si ve que los servicios sin coste se le quedan cortos, antes de contratar una versión premium recuerde lo que hemos dicho antes: puede tener más de una y 'jugar' con ellas.

Virtual o física

Ni en todos los comercios se puede pagar con el teléfono ni todos los cajeros son 'contactless', por lo que, aunque acudamos a un neobanco, es recomendable solicitar una tarjeta física junto a la virtual. Además, así si perdemos el móvil o nos roban la cartera, podremos bloquear cualquiera de las dos sin necesidad de dejar inoperativa también la otra. La pega es que hay entidades que cobran por su emisión (entre 6 y 10 euros) y que el trámite requiere unos días, así que no podemos dejar su solicitud para el último momento

Un par de cosas más antes de poner rumbo a nuestro destino. Estas tarjetas varían con relativa frecuencia algunas de sus condiciones, por lo que si ya hemos contado antes con ellas o las solicitamos por una recomendación hay que comprobar si siguen vigentes las ventajas por las que nos parecieron atractivas. Por otra parte, y sobre todo en estas fechas, las entidades financieras lanzan bastantes promociones a través de comparadores online y blogs de viajes, así que no está de más visitar alguno de ellos para, además de conocer las opiniones de otros usuarios, obtener algún código de descuento.

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