¿Quiere alquilar una casa para pasar sus vacaciones? Siga estos consejos y evitará problemas

Los empresarios del sector confirman que este verano notan «más alegría» en el ritmo de reservas, pero todavía tienen «algunos temores». «Este año a los propietarios no les ha quedado más remedio que rebajar los precios (un 15% de media) y ser flexibles con las cancelaciones para poder salir adelante después de una temporada tan dura», añade Gomila, «muy preocupado por las reservas en las islas, sobre todo en Baleares».

Pese a todo, cada vez son más las personas que alquilan una casa o un apartamento para disfrutar de sus vacaciones, «una opción que tiene una serie de ventajas respecto a otros tipo de alojamientos (precio, espacio, privacidad...), pero también puede ser fuente de disgustos si no tenemos en cuenta una serie de recomendaciones», alertan en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Aquí un decálogo para que una mala elección no arruine los días de descanso.

«Los precios más bajos suelen ir ligados a una menor flexibilidad y a condiciones más reducidas. En estos casos es buena idea contratar un seguro de anulación. Desconfía de precios muy baratos y anuncios sin fotos».

En los alquileres vacaciones, las fotografías que se cuelgan en los portales no siempre hacen justicia a la vivienda. Unas veces la presentan demasiado 'favorecida' y otras peor de lo que realmente está. «Si nos es posible ver antes la vivienda, pide al arrendador o a la agencia un dossier fotográfico: infórmate bien de la ubicación y asegúrate del estado de conservación de los muebles y electrodomésticos», insiste la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu.

«Lo ideal es que nos presenten la tarifa al detalle para entender cuánto vamos a pagar y por qué. Es decir, tarifa de la estancia, comisión de la plataforma si la hubiese, servicio de limpieza, depósito de garantía...».

«Echa un vistazo a las opiniones que dejan los clientes porque es un criterio que suele funcionar muy bien a la hora de seleccionar un alojamiento», recomienda Tolo Gomila, presidente de la federación de viviendas turísticos FEVITUR.

En caso de reclamación, este dato es clave a la hora de aplicar la normativa. «Si es con una agencia o empresa, el usuario estará protegido por la legislación de consumo, además de la que pueda regir al arrendamiento en sí mismo. Sin embargo, si firma con un particular, la relación contractual se basará en la normativa civil de alquiler. Ahora bien, dependiendo de la ubicación de la vivienda puede que se aplique la normativa turística autonómica. En cualquier caso, Tolo Gomila aconseja como primer paso antes de formalizar ningún contrato, «corroborar que la casa o el apartamento tienen su número de inscripción para confirmar que se trata de una vivienda de uso turístico legal».

Una vez elegida la vivienda, se puede negociar con el propietario o la agencia tanto el precio como las condiciones. «Si llegas a un acuerdo, siempre debes firmar un contrato. Ten en cuenta que una reserva online tiene el mismo valor jurídico que un contrato tradicional», recuerda Izverniceanu.

Contacta con el anunciante o la agencia por teléfono o por mail antes y pregunta todo lo que te interese o no te ha quedado claro: fechas, precio, condiciones de la reserva, cancelación, necesidades espaciales, incluso la existencia de supermercados cercanos...

También es importante tener el contacto de una persona que se ocupe de los imprevistos que puedan surgir durante la estancia en la vivienda turística.

Este es uno de los puntos más impotantes. Los expertos aconsejan tratar de pagar la menor cantidad posible por adelantado e intentar no abonar el resto hasta la llegada. «Si la reserva se hace directamente con el propietario a una agencia inmobiliaria es importante hacer constar en el contrato el importe de la señal. Si es a través de un portal, realiza el pago por un medio seguro que proponga la plataforma y que permita dejar un rastro como , por ejemplo, una tarjeta de crédito a un paypal». En este sentido, el presidente de Fevitur recomienda «huir de los pagos por adelantado». A veces ocurre que el arrendador ofrece algún beneficio a cambio de que el inquilino le transfiera el dinero al margen de la plataforma donde se anuncia la vivienda y, en realidad, se trata de una estafa. «Este es uno de los engaños más comunes».

Si te piden una determinada cantidad de dinero para hacer frente a posibles daños, «pide que se detalle claramente el concepto, las condiciones de su aplicación y también de la devolución. En este caso, lo mejor es que se entregue un inventario en el que se precise el mobiliario y el estado en que se encuentra. Compruébalo antes de firmar».