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Nacimiento y ocaso del sistema solar

Nacimiento y ocaso del sistema solar

El sol un día se 'tragará' a Mercurio, Venus y puede que también a la Tierra

Manuel J. Tello

Domingo, 27 de diciembre 2020, 00:06

El sistema solar está formado por el sol, los planetas, los satélites y algunos otros objetos menores girando a su alrededor. Los modelos teóricos actuales, con lagunas, predicen que el nacimiento del sistema solar ocurrió hace unos 5.000 millones de años y está, ... ahora, en la mitad de su vida. Además, el sol, desde hace años, vive su período más estable. En él se dieron las condiciones adecuadas para que surgiera y evolucionase la vida en la tierra. Debido a que el final del sol ocurrirá con una larga agonía, a los terráqueos, si no hacemos barbaridades con nuestro planeta, nos queda de vida algo menos que los 5.000 millones de años que le quedan a él.

El sol se formó, como la mayoría de las estrellas, a partir de una nube fría de hidrógeno, helio y algunos materiales más pesados procedentes, mayoritariamente, de la explosión de una estrella masiva (supernova). De esta nube también nacieron los planetas. Debido a una perturbación, probablemente procedente de otra supernova, la nube comenzó a contraerse y a girar. A medida que la nube se contraía más, aumentaba su velocidad de giro, hasta que formó un disco. En este, las partículas de polvo chocaban entre si, llegando a producir, debido a la fuerza gravitatoria, pequeñas agrupaciones. Dichas agrupaciones, al seguir atrayendo partículas, crecieron en tamaño y dieron lugar a los planetas. Los llamados planetas interiores tardaron en formarse unos centenares de miles de años. Los exteriores, entre unos 10 y 20 millones de años.

Durante este proceso también se formó el sol. Se piensa que, al cabo de un millón de años de su aparición, un llamado viento solar barrió del disco todo el material que no se había acumulado en los planetas. La fuerza de ese viento decrecía con la distancia, por ello los planetas interiores son más rocosos y los exteriores más gaseosos.

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El sol también nació de la contracción de un volumen de partículas frías de la nube. A medida que ese volumen se contraía, se incrementaba su temperatura, hasta que alcanzó los 12 millones de grados. En ese momento comenzó la reacción nuclear de fusión que une dos núcleos de hidrógeno para formar uno de helio. Así, llegó un momento en el que la expansión debida al calor producido con la energía nuclear de fusión se igualó a la fuerza de contracción debida a la atracción gravitatoria. En ese momento, el sol alcanzó una situación de equilibrio.

Desde su nacimiento, el sol ha consumido la mitad del hidrógeno que contenía y, el helio formado en la reacción de fusión, se acumula en su centro. Llegará un momento en que el hidrógeno estará solo en una capa superficial. Entonces, esta estrella aumentará su tamaño hasta convertirse en una estrella gigante roja y se 'tragará' a Mercurio, Venus y, posiblemente, a la Tierra, Su centro alcanzará 100 millones de grados y comenzara la fusión del helio, dando lugar a oxígeno y carbono. Finamente, el sol arrojará mucho material al espacio, se enfriará y se convertirá en una enana blanca del tamaño de la Tierra.

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