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José Antonio González
Madrid
Viernes, 18 de diciembre 2020, 20:28
«Un error humano». Esta es la causa de la misión fallida de Ingenio, el primer satélite 100% español. Las primeras pesquisas de mediados de noviembre fueron ratificadas por la Agencia Espacial Europea (ESA) y por ArianeSpace, la compañía francesa propietaria del cohete Vega ... que transportaba el proyecto español.
«El fallo del VV17 no es atribuible a una error del diseño, sino al enrutamiento y a una conexión incorrecta», apunta el informe independiente encargado por la ESA. «Los cables estaban invertidos», aseguraron en una rueda de prensa.
Es un «error en el ensamblaje» al que se le unen, según el dictamen de la ESA, «una serie de fallos en las revisiones posteriores», apunta Daniel Neuenschwander, director de Transporte Espacial de la agencia europea. Una concatenación fatídica que acabó con el sueño espacial español en tan solo ocho minutos.
El Vega 17 despegó a la hora prevista desde el puerto espacial en la Guayana francesa equipado con el Seosat-Ingenio español y el Taranis francés. Tras los primeros minutos de vuelo «se detectó una trayectoria descencente, seguida de una pérdida de control del vehículo y la posterior pérdida de la misión», señalan los responsables galos del cohete.
Ya en el verano de 2019 hubo un despegue en falso de un cohete Vega, pero «las circunstancias fueron diferentes», detalla la compañía francesa. La razón «más probable fue un defecto en el motor del cohete», explicó ArianeSpace. Un error fatal que provocó que el misil se partiera en dos pedazos.
Un detalle que no ha pasado inadvertido tras esta nueva misión fallida. «No es un problema de diseño, sino de ensamblaje», repitió en varias ocasiones los responsables de la ESA y de ArianeSpace en la presentación de las conclusiones del accidente.
A pesar de la alta inversión, cerca de 200 millones de euros, el Ministerio de Ciencia no tardó en confirmar los rumores que surgieron tras la pérdida de Ingenio: la «misión no contaba con ningún seguro». Según fuentes del sector asegurador consultadas por este periódico, «es costoso». En la misión fallida de 2019, las aseguradoras tuvieron que pagar 369 millones de euros por la pérdida, lo que motivó la subida de precio de los seguros.
El sueño espacial duró 480 segundos y se llevó por delante 500.000 horas de trabajo, pero «no es un fracaso», aseguran los miembros del proyecto Ingenio.
Seosat Ingenio equipaba una avanzada cámara dual que podía tomar imágenes de la superficie terrestre con una resolución de 2,5 metros, «es decir, era capaz de distinguir una moneda de un euro a 10 kilómetros de distancia», apunta Alfonso Martínez, responsable de ingeniería de sistemas en Airbus Defence and Space España.
La información iba a estar a disposición de usuarios civiles, institucionales y gubernamentales de España, aunque también hubiera podido ser aprovechada por otros usuarios continentales en el marco del programa Copernicus de la Unión Europea, perteneciente al Sistema Mundial de Sistemas de Observación de la Tierra (Geoss).
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