Ucrania, en el punto de mira de los agricultores

Después se alcanzó el acuerdo auspiciado por la ONU y Turquía con Rusia y con Ucrania para la salida de barcos del mar Negro.

En este segundo año de guerra, ya no existe ese temor a la falta de suministro y la situación es bien distinta en cuanto a la cotización del precio de los cereales. Así, las lonjas de Salamanca, Zamora y León han marcado descensos en los precios de cereales en el último año que van desde los 50 euros a los 123, en función del producto.

En las últimas semanas parece que el precio quiere repuntar, de manera tímida y sin un horizonte claro. La sequía de Rusia, las inundaciones de Brasil, la situación de Israel o el incremento de la escalada verbal de Rusia y varios países de occidente han sido motivos para que el cereal haya cotizado al alza.

El cereal en los puertos

El cereal de Ucrania sigue entrando en los puertos españoles, en todos. En el de Valencia, durante los primeros meses del año la entrada de esa materia prima procedente del país se ha incrementado un 116,68%.

Y es que dos años después del inicio de la guerra, los agricultores miran hacia los puertos con recelo, y ven en la entrada masiva de cereal procedente de Ucrania un conflicto de intereses.

El pasado mes de marzo, por ejemplo, cientos de agricultores de Castilla y León y de la Rioja acudieron a la convocatoria de las organizaciones provinciales en Palencia de Asaja, UPA y COAG a manifestarse en la entrada del puerto de Santander, como medida de protesta por la importación masiva y el almacenamiento de cereales sin aranceles.

Esas protestas coincidieron más o menos en el tiempo, con el anuncio por parte de Europa de permitir un año más, hasta junio de 2025, la entrada sin aranceles de productos agrícolas ucranianos, para ayudar a la economía de este país mientras dura la guerra con Rusia.

Es verdad que los términos han cambiado en relación a lo que había hasta ahora y se amplían los «frenos de emergencia» por lo que algunos productos estarán sujetos a aranceles si sus flujos superan los volúmenes medios de los últimos tres años.

Además, los Estados miembros tendrán un mayor poder de decisión sobre lo que sucede en su territorio con medidas correctoras en caso de agitación del mercado.

España es el segundo país del mundo que más cereal adquiere a este país, sólo superado por una gran potencia mundial económica y demográfica como China.

Los agricultores se quejan, además, de que los productos se importan sin vigilar que se cumplan en los países de origen los exigentes requisitos de todo tipo que la Unión Europea impone a los agricultores comunitarios, en clara competencia desleal.

Según estimaciones recientes del Ministerio de Agricultura, en Castilla y León se cultivarán esta campaña 2023-2024 cerca de 1.673.000 hectáreas de cereales de invierno. No obstante, al bajar los costes mucho menos que el cereal, esa previsión podría no confirmarse con la superficie real finalmente cultivada.