Castilla y León

Los tractores ponen rumbo a Madrid: «Vamos a ir las veces que haga falta»

A la altura de Villacastín atiende el teléfono Roberto Rodríguez, uno de los 27 profesionales que viajan en sus tractores desde la comarca abulense de La Moraña. El trayecto hasta El Espinar les va a suponer algo más de cuatro horas y «a las 7:00 de la mañana salimos de allí para estar sobre las 9:30 en Madrid».

En su caso, pasará la noche en un hostal de la zona, «a otros les van a buscar con coches, regresan a Arévalo y vuelven mañana por la mañana».

Es la segunda vez que se va a manifestar en Madrid en 15 días y la experiencia le dice que es mucho mejor parar. «En la manifestación del pasado día 6 de febrero, hicimos 27 horas de conducción, acabamos cansadísimos, es mejor hacer noche en un hotel o volver a casa y mañana regresar del tirón, aunque lleguemos a las once de la noche».

Asegura que solo en gasóleo suma un gasto de 300 euros «y eso que en agricultura nunca pones el tiempo, pero además de gasolina tienes los gastos de las ruedas, comer o el café que te tomes, aunque llevamos bocadillos de casa».

La ruta la hacen por la carretera nacional que une Valladolid con Madrid, «en autovía no nos dejan», a una velocidad media que ronda los 40 kilómetros pues «nos vamos esperando unos a otros».

Roberto se muestra «muy convencido» de que tiene que estar en Madrid este miércoles, «vamos a ir las veces que haga falta porque es mi trabajo y quiero que pueda ser el de mis hijos el día de mañana».

En esta ocasión, es Unión de Uniones, UCCL en Castilla y León, quien convoca la protesta pero insiste en que «nosotros no vamos ni con sindicatos ni banderas, defendemos el pan que comemos cada día, somos un grupo de agricultores de La Moraña que hicimos un grupo de whastapp y fuimos el día 6 en representación nuestra, lo mismo que hoy, lo organiza UCCL como lo podía haber organizado otro, vamos a defender lo nuestro».

Cuando se le pregunta sobre si volverá a la manifestación que también en Madrid han convocado Asaja, COAG y UPA el próximo lunes, 26 de febrero, no tiene dudas: «¿No pensarás que nos vamos a quedar en el sillón de casa?», responde, «el lunes volvemos con los sindicatos a apoyar, lo que está en duda es si lo haremos en tractor o en coches, porque el lunes solo pueden entrar 30 tractores de Castilla y León».

Roberto declara que la mayor satisfacción que le están dando las movilizaciones es «el compañerimso que hay entre todos los agricultores, también esos momentos en los que pasamos por los pueblos y la gente sale a nosotros, cuando nos pitan los camiones, eso me llega al alma». Por el contrario, «me duele que agricultores jóvenes de mi zona no nos acompañen, entiendo que no lo hagan los de 64 años, pero echo en falta a muchos de 40 y 50 años que podían estar aquí».

Sobre si se ha conseguido algo hasta el momento opina que «vamos andando, el ministro ya ha tomado nota de 18 puntos, hay cosas que se van a examinar y algo tenemos que conseguir, si no, no vamos a parar».

Ya desde El Espinar atiende Valentín García, máximo representante de UCCL en Valladolid, quien aprecia «las ganas que tiene la gente de visibilizar el problema del campo mañana en Madrid».