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Después del seco invierno vivido, las circunstancias climatológicas de los meses de abril, mayo y la primera quincena de junio, no han colaborado a que la situación hidrológica de la cuenca del Duero mejore.
La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés, ... ha procedido a declarar la situación excepcional por sequía extraordinaria en los sistemas Támega-Manzanas, Tera, Carrión y Pisuerga, atendiendo a la evolución de los indicadores de sequía y escasez recogidos en el Plan Especial de Sequía.
Según informan desde la propia Confederación, el informe de mayo de ese Plan Especial de Sequía establece en situación de sequía prolongada para las unidades territoriales del Támega–Manzanas, Tera, Órbigo, Carrión, Pisuerga, Arlanza, Alto Duero y Águeda. En cuanto a los indicadores de escasez, la unidad territorial Tera se coloca en situación de emergencia, y en alerta las unidades Támega-Manzanas, Carrión y Pisuerga.
Conviene aclarar que el Plan Especial de Sequía prevé la declaración de situación excepcional por sequía extraordinaria cuando una unidad territorial se encuentre en situación de falta de agua prolongada y coincida con escenarios de escasez de alerta o emergencia en la unidad territorial citada, como ocurre en este caso.
No cabe duda que las irregulares precipitaciones de abril, junto al extremado calor del mes de mayo han tenido su reflejo en los indicadores del Plan.
Toda esta situación se produce en plena campaña de riego, que se está desarrollando de manera «normal» en la mayoría de sistemas, pero «existen problemas serios para su atención en varios de ellos», confirman desde la Confederación del Duero.
Luis Alberto Nebreda, presidente de la comunidad de regantes del Canal del Pisuerga, declara, «sin querer ser alarmista», que la actual situación meteorológica «no nos está favoreciendo, todo este calor nos puede afectar más adelante porque las evaporaciones son mayores y los aportes, si la sequía aumenta, también son menores».
De momento, no se ha planteado ninguna novedad con respecto a las cantidades de agua disponibles, 3.500 hectómetros cúbicos por hectárea para la presenta campaña.
Siembras restrictivas
«Los planes de desembalse siguen de acuerdo a lo planteado, es verdad que las siembras se han hecho muy restrictivas y hay, relativamente, poca superficie con cultivos de mucho consumo, hemos querido defender el cereal y cultivos alternativos como el girasol». De hecho, el riego del cereal está a punto de concluir en estos días, «a partir de ahí, haremos balance de lo que nos queda e intentaremos planificar de la mejor manera para defender todos los cultivos».
Por otra parte, la Comisión de Desembalse del Duero, reunida de manera extraordinaria y telemática, decidió aceptar las propuestas de las Juntas de Explotación para rebajar el volumen mínimo de reserva al término de la campaña de riego en el sistema Pisuerga (embalses de Aguilar, Requejada y Cervera-Ruesga), así como en el sistema Tuerto (embalse de Villameca). En el primer caso, la modificación del volumen pasa de 40 hectómetros cúbicos a 35 hectómetros cúbicos; en el segundo, de 2 hectómetros cúbicos a un hectómetro cúbico.
Según los datos del Organismo, los embalses de la cuenca del Duero gestionados por la CHD rozan a día de hoy el 73,1% de su capacidad total, frente al 80,7% de los últimos diez años.
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