El sector primario, motor de desarrollo

En concreto, Castilla y León genera alrededor del 9% del Valor Añadido Bruto (VAB) del sector agrario en España y este mismo sector agrario tiene un peso en su estructura productiva en torno al 5,5% del VAB regional (alrededor del 3% en España).

Según el último informe de Unicaja sobre 'El Sector Agrario y la Industria Alimentaria en España', en el promedio de 2022, la Comunidad fue la tercera española con mayor número de ocupados en el sector agrario, con alrededor de 66.600 personas, lo que supone el 8,6% del total nacional y el 6,6% del empleo total regional.

Castilla y León se ha considerado tradicionalmente como el granero de España y de manera general, es la segunda comunidad por superficie de cultivo, con más de 3,5 millones de hectáreas que suponen el 21,0% del total nacional. La superficie dedicada a cereales representa más de la mitad del total de hectáreas de cultivo y algo más de un tercio de la superficie cerealista en España. La región también concentra cerca del 40% de la superficie de cultivos industriales y el 30% de la de plantas forrajeras.

En la presente campaña 2023-2024 se espera que esa superficie supere los 1,67 millones de hectáreas, algo alejadas de los dos millones que eran no hace tanto tiempo referencia. En cualquier caso, habrá que esperar a que finalice el plazo de solicitud de la PAC el próximo 31 de mayo, para conocer con exactitud las declaraciones de superficie presentadas por los agricultores.

En cuanto a la ganadería, es la primera Comunidad por número de cabezas de bovino, con el 22,5% del total nacional, y la tercera por número de efectivos de ganado ovino y porcino. Si se atiende a los principales productos de origen animal, la región es la segunda productora de leche de vaca aunque este subsector, junto al ovino de leche no han dejado de perder efectivos.

Así, las ganaderías de leche de oveja se quedan sin relevo y perdieron 161 explotaciones en 2023.

El caso del vacuno de leche no es mucho más halagüeño, de las 1.139 granjas que entregaban producción en 2028, se ha pasado a las 701 de febrero. Es un hecho que a estas alturas, la cifra ya está por debajo de 700. Es decir, en el último sexenio han cerrado alrededor de 440 explotaciones de vacas lecheras en Castilla y León.

Agroindustria

La agroindustria representa en torno a un tercio de la cifra de negocios y el empleo en la industria manufacturera, siendo la tercera Comunidad Autónoma por volumen de facturación y empleo (alrededor de un 9% del total nacional). Destaca la industria cárnica, con alrededor de un 28% de la facturación del sector agroalimentario de la región, así como los productos de alimentación animal y los productos lácteos, en función del mismo informe.

Todos estos datos ponen de manifiesto la importancia del sector primario como motor de desarrollo local, antes y ahora. Es verdad que esa afirmación merece un análisis más profundo pues los modelos actuales son otros. El número de profesionales agrarios se va reduciendo poco a poco y lo que hace varias décadas se cultivaba entre muchos, ahora se hace entre pocos. Las explotaciones agrarias han ganado en hectáreas y las ganaderas en cabezas, se trata de negocios mucho más dimensionados que se pueden gestionar con mucha menos mano de obra gracias a la avanzada mecanización del campo. Aun así, en el campo hace falta mucha mano de obra, una situación que se pone de manifiesto, muy especialmente, cada vez que llegan las épocas de recolección y en los sectores lecheros.

Al hilo del sector primario, en los pueblos se han impulsado otros negocios como talleres mecánicos, tan necesarios para la reparación de la maquinaria; almacenes de abonos y semillas o fábricas de piensos.

El sector primario fija población, sobre todo los subsectores ganaderos, que obligan a los profesionales a estar pegados al territorio y muy pendientes de sus animales. En el caso de los modelos extensivos, esos animales actúan como 'bomberos', pues mantienen limpio el monte.

Y sobre todo, algo que no nos cansamos de escuchar últimamente: el campo alimenta a la ciudad, sin el sector primario, no hay alimentos.