Las reservas de agua de la cuenca del Duero no estaban tan altas en julio desde 2018

Hay que remontarse al año 2018 para ver unas reservas de agua tan altas como las actuales a principios del mes de julio. En concreto, los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se encuentran al 84,2% de su capacidad, casi 20 puntos más que hace un año.

«La situación actual puede calificarse como muy buena, si bien, en ningún caso, se podría definir como excepcional o extraordinaria», señalan desde la CHD, pues recuerdan que el valor actual se ha superado en cinco ocasiones en los últimos años: 2018, 2016, 2014, 2010, y 2007. En 2020 y 2008, también lo valores eran superiores al 81% en este mismo mes de julio en el que la demanda de agua por parte de los regantes ya suele ser notable.

El momento actual es el fruto de un año hidrológico con precipitaciones abundantes durante el otoño y el invierno, tanto en forma líquida como en forma sólida, unido a una primavera que, a pesar de no haber sido especial en cuanto a precipitaciones, sí ha evitado grandes episodios de calor adelantado. También hay que tener en cuenta el desarrollo de importantes precipitaciones traídas por episodios tormentosos y de otro tipo durante el final de la primavera e inicio del verano. Todo ello ha permitido alcanzar unos altos niveles de reserva en los embalses al final de la temporada de llenado, y, por otra parte, se han contenido los consumos en las zonas regables todavía.

Un claro ejemplo de esa contención lo expone Pedro Pablo Ballesteros, presidente del canal Toro-Zamora, quien recuerda que el año pasado «a estas alturas habíamos consumido ya alrededor de 3,5 hectómetros cúbicos y ahora no llegaremos ni a los dos», calcula.

Por parte de la Confederación se subraya en relación a esta cuestión del riego que las perspectivas son «muy buenas» en cuanto al desarrollo de la campaña y la garantía de los distintos usos del agua a pesar de que los técnicos siempre van más allá y apuntan que «solo queda por despejar la duda sobre cuál será el volumen embalsado a 30 de septiembre cuando concluya la presente campaña, toda vez que finalizar con unas altas reservas de agua en esa fecha es la mejor garantía para defender años secos en cuanto a la climatología». Otro ejemplo de esa afirmación ocurrió en el año 2018, cuando se cerró la campaña con 1.580 hm3 como volumen almacenado, el 54,4% de la capacidad máxima de embalse, circunstancia que fue «determinante» para desarrollar una campaña de riego normal en 2019 en todos los sistemas, menos en el Adaja, a pesar de que el año hidrológico 2018-2019 fue seco.

Contacto permanente

A pesar de que la situación actual no presenta ningún contratiempo en lo que a los intereses agrarios se refiere, concluyen desde la CHD que sus técnicos se encuentran en contacto «permanente» con los técnicos de las comunidades de regantes para llevar a cabo el trabajo del día a día durante la campaña de riego.

En lo relativo a las Juntas de Explotación, las de inicio de campaña se desarrollaron con normalidad durante marzo y solamente en las juntas del Pisuerga-Bajo Duero, Carrión y Esla fue necesario convocar sesiones extraordinarias durante abril y mayo para actualizar ciertos parámetros según evolucionaba favorablemente la situación.

El embalse que más agua almacena en estos momentos es Barrios de Luna, que se encuentra al 92,9%.

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