Castilla y León

Productores y cooperativas de Ribera piden a la Junta que restrinja las replantaciones de viñedo

El sector productor y las cooperativas de Ribera del Duero denuncian la decisión «unilateral» del Consejo Regulador de permitir el crecimiento «indiscriminado» de la superficie de viñedo de la Denominación de Origen a través de la replantación procedente de otras zonas geográficas. La práctica consiste en comprar viñedo para arrancar en otro emplazamiento fuera de la D.O y convertir esas hectáreas en nuevas plantaciones de viñedos para Ribera del Duero.

UCCL, Asaja, Coag, Upa, la Asociación de Viticultores y Urcacyl se han unido para plantar cara a esta decisión que consideran pone en riesgo el futuro de la marca de calidad. De esta manera, han solicitado una reunión con la consejera de Agricultura, María González Corral, para exponer su preocupación por peligro de un desequilibrio en el mercado que ponga en riesgo la rentabilidad de las explotaciones vitícolas de la zona.

El responsable de viñedo de UCCL, Daniel Maestre, ha detallado que desde el Consejo Regulador se ha decidido reducir a cien hectáreas las denominadas Nuevas Plantaciones que reparten las administraciones previa solicitud y, sin embargo, seguir permitiendo la replantación que es la fórmula más utilizada y menos controlada para el crecimiento de superficie. Una decisión que se tomó en el último pleno del organismo en el que la Asociación de Bodegueros cuenta con mayoría absoluta.

«Tenemos constancia de que, en estos momentos, Ribera del Duero ya supera las 31.000 hectáreas, muchas de ellas todavía no figuran porque no se registran hasta que entran en rendimiento entre tres y cinco años después», ha explicado. En esta línea, ha lamentado que Ribera no haya visto los problemas generados en otras zonas como Rueda, Rioja o Burdeos por el crecimiento sin control, «deben pensar que aquí somos invencibles».

Maestre ha recordado que el mercado de los vinos tintos a nivel mundial está sufriendo un descenso de las ventas que ha puesto en alerta tanto a productores, comercializadores como al resto de agentes involucrados en el sector, afectando a todos los territorios vitivinícolas al ser un mercado globalizado. En lo que se refiere al caso concreto de Ribera, en 2023 las ventas cayeron en torno a un 10%, que supone cerca de 10 millones de botellas menos, que se traduce en la pérdida de 10,5 millones de kilos de uva respecto al ejercicio anterior.

El sector productor y las cooperativas solicitan a la Junta que limite al «máximo posible las nuevas plantaciones de forma urgente durante un tiempo prudencial, permitiendo con esta medida equilibrar la producción con las ventas antes de que esta situación se vuelva muy complicada y sea un escenario irreversible, con difícil solución». Por ello, reclaman a González Corral una reunión de trabajo en la que «podamos ampliar la información sobre el estado del sector y la necesidad de tomar decisiones» que regulen y controlen las nuevas plantaciones y replantaciones.

Las nuevas plantaciones de viñedo se pueden gestionar por tres vías diferentes. El cupo de disposición anual entró en vigor el 1 de enero de 2016, cuando se instauró el régimen de autorizaciones de viñedo que sustituyó al sistema de derechos de plantación vigente hasta ese momento. De esta manera, el cupo de disposición anual concede una serie de plantaciones nuevas que no pueden suponer más de un 1 por ciento del total de viñedo plantado en el país. Esta cláusula de salvaguarda cuenta también con las restricciones que marquen los distintos consejos reguladores para fijar lo que denominan un crecimiento razonable. Además del cupo anual, normativa también abre otras dos vías de plantación: la reconversión de los derechos históricos que tuvieran validez a 31 de diciembre de 2015 y el arranque de viñedos en unas zonas para plantar en otras, algo que se puede hacer desde cualquier punto del país.

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