El precio del pistacho se reduce hasta en dos euros por kilo a un mes de iniciarse la recogida

El sindicato agrario UPA ha dado la voz de alarma sobre las propuestas de precios que ya están haciendo a un mes de iniciarse la campaña y que no superan los cuatro euros kilo, frente a los cinco o seis euros de la campaña anterior.

«Aquí sucede lo mismo que con el resto de sectores», explica el secretario regional Aurelio González, «hay una serie de empresas que ganaron mucho dinero vendiendo la planta y cuando empiezan a producir aprovechan que los mercados están revueltos y se bajan los precios».

La organización «sospecha» que las empresas procesadoras de ámbito nacional «se juntan, siete u ocho, y pactan los precios, estamos recabando información para poner una denuncia ante la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) como sucedió con el tema de la leche y por el que se sancionó con 80 millones de euros a varias industrias».

González insiste en que «se ofrece por el pistacho de gran calidad no más de cuatro euros y luego vale en los supermercados entre 18 y 20 euros». Opinan que los «tejemanejes» comenzaron hace un año, «poniendo precios ridículos a través de mensajes a los cultivadores y ahora, como no salió bien la jugada, entran otras empresas grandes y lo que quieren es aprovecharse de un cultivo que significa desarrollo, que no es exigente en cuanto a agua y que creemos que tiene potencial en muchas comarcas de Castilla y León.

Pocas hectáreas en producción

En la actualidad, todavía son pocas las hectáreas que están en producción, «hay muchas puestas, pero en producción todavía no», aclara el responsable de UPA. Y es que tal y como resume, «a los cinco años de estar plantados los árboles obtienes la producción suficiente como para invitar a los amigos; a los siete puede estar produciendo en condiciones y no es hasta los diez u once años cuando están en plena producción». Ya en esa plenitud, si las condiciones son favorables, se pueden obtener entre 1.500 y 1.800 kilos por hectárea.

A finales del mes de septiembre o primeros de octubre arrancará a la recolección en una campaña que viene «bien» en cuanto a producción dado que el calor «no les castiga, es una planta que requiere mucho frío en invierno y mucho calor en verano». Puntualiza, eso sí, que el calor afectó «algo» en la fase de cuajado en mayo, «si no llega a ser por eso, salen a 2.000 kilo por hectárea pero en el cuajo se estropearon y quedaron más abiertos».

La recomendación de González a la hora de vender es «ponerse en manos de las cooperativas para defender mejor al productor» y que rechacen esas ofertas que no se ajustan a una realidad de mercado.

Hay cooperativas, como a la que pertenece el propio dirigente, en la que la mayoría del producto va para Alemania, «son grandes consumidores y los pagan bien y el mercado nacional están intentando tirarlo por tierra», concluye.