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S. G.
Jueves, 12 de diciembre 2024, 18:04
La Proposición no de ley que el grupo parlamentario Vox Castilla y León ha presentado en las Cortes relativa a la ganadería intensiva y su convivencia con el sector vitivinícola, ha levantado ampollas en el sector del porcino. El grupo político entiende que la normativa actual no protege a bodegas y viñedos amparados por figuras de calidad. Con ese punto de partida, plantean que las distancias y exclusiones territoriales sean las «necesarias» para que «no afecten negativamente a los viñedos y bodegas amparados por figuras de calidad». También instan a que se modifiquen los planes de gestión de purines o que, con carácter general, las granjas ubicadas en suelo rústico, se sometan a la tramitación establecida a la Ley de Urbanismo para los usos excepcionales en cada categoría de suelos, es decir, el régimen de usos excepcionales no sería el de usos permitidos sino el de usos sujetos a autorización de la Administración, previa a la licencia urbanística.
Miguel Ángel Higuera, director de Anprogapor (Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino), ha declarado que el sector está «súper indignado» y que lo que se deduce de la propuesta es que «no puedes hacer una granja, solo una bodega» por lo que «sentimos que Vox ha apuñalado al campo, ha vendido a los agricultores y ganaderos en favor de una bodeguera de Ribera».
Por su parte, Miguel Ángel Ortiz insiste en la «traición de Vox» y en «la guerra que se abre entre hermanos».
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