El olivar se estanca en 8.000 hectáreas y una sola variedad autóctona registrada

A partir de ese momento, los estudios de Itacyl han querido ver las variedades autóctonas con prospecciones en Arribes, Sierra de Francia y Valle del Tiétar. Lo que se han encontrado es que la variedad conocida como zorzal de Arribes es la más interesante, «su resistencia al frío es una de las características más importantes» y desde hace cinco años es la única autóctona que está registrada en el banco de germoplasma de Córdoba.

Como ejemplo, exponen desde Itacyl, en el año 2008, con temperaturas que alcanzaron los 12 grados negativos, «la manzanilla cacereña se heló y la zorzal quedó intacta», tal y como se pudo comprobar en los ensayos que se llevan a cabo en Valladolid y en los arribes salmantinos.

Estas mismas fuentes detallan que, desde un punto de vista agroalimentario, «el aceite que se obtiene de la zorzal es diferente, ni mejor ni peor, pero sí diferente a lo que hay en el mercado y eso es un plus a la hora de comercializarlo». Destaca su equilibrio, sin características que sobresalgan unas sobre otras, algo que no suele ser habitual. En la actualidad, hay proyectos para llevar a cabo plantaciones en Fermoselle (Zamora) y Vilvestre (Salamanca), cumpliéndose así otro de los objetivos trazados desde Itacyl: multiplicar la variedad. «En Valladolid también hay gente interesada, además de en Castilla la Mancha y Aragón, es una variedad que va a ir a más. Y que sea la única variedad autóctona registrada la hace muy interesante y la da muchas posibilidades».

La almazara de Ahigal de los Aceiteros, en Salamanca, fue hace once años la primera instalación ecológica de la región y sus socios, Aceiteros del Águeda, tuvieron claro desde el primer momento, su apuesta por la zorzal. En estos días no dejan de entrar aceitunas en esta almazara, que por tercer año consecutivo, elabora un aceite monovarietal con zorzal.

Loli Sánchez, de Aceiteros del Águeda, matiza que un aspecto fundamental a la hora de conseguir calidad en el aceite está en molturar la aceituna nada más recogerla, «para evitar que se oxide». En un máximo de doce horas, el aceite está elaborado. Habrá que esperar a la finalización de la campaña para conocer los resultados pero, de momento, todo apunta a que es «buena en calidad y cantidad».

En Castilla y León, Ávila es la provincia que suma la mayor superficie, con alrededor de 3.500 hectáreas cuyas producciones se molturan en diez almazaras. En la provincia de Salamanca, existen, al menos, otras cinco almazaras.