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En menos de una semana, el próximo jueves 21 de octubre, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se reunirá en Conferencia Sectorial con las comunidades autónomas para informarles del estado de los trabajos de redacción del Plan Estratégico Nacional de la Política ... Agraria Común (PAC) y presentarles el resultado de los grupos de trabajo sobre los ecoesquemas. Ese plan es el que guiará la aplicación de la PAC en España y los representantes de las organizaciones profesionales agrarias tuvieron ayer la oportunidad de conocer el borrador en detalle, de la mano de los responsables de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
El punto de partida en el que coinciden todos estos líderes agrarios es que tal y como está planteada la figura del agricultor activo «no aporta nada a los profesionales, va a ser un coladero para todo el mundo», dice el presidente de Asaja, Donaciano Dujo, que teme que «van a cobrar más por hectárea los que no son profesionales que los que nos dedicamos solo a esto y que para vivir de ello tenemos que tener una explotación mayor».
Ese plan estratégico debe presentarse a Europa para su revisión antes de fin de año para que pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2023, pero «no sé si va a ser posible firmar un acuerdo el 21», indica el coordinador de COAG, Lorenzo Rivera. Señala que Castilla y León se ha quedado «sola en la defensa de esos postulados del agricultor activo», que da entrada a las ayudas «a aquellos que no tienen ni un 10% de ingresos agrarios».
Valentín García, responsable de UCCL, coincide en estos planteamientos: «Castilla y León es la que más profesionales tiene y van a ser los grandes perjudicados».
Otro asunto por el que está luchando la región hasta el último momento, tal y como se lo han trasladado desde la Consejería, tiene que ver con la obligatoriedad de rotar cultivos como el maíz, producción en la que Castilla y León es líder con unas 135.000 hectáreas.
UPA insistió a los representantes regionales en que «se haga todo lo posible para que no se obligue al cultivo del maíz a la rotación de cultivos en el contexto de la diversificación de la nueva PAC», y que si se obliga, sea «en un pequeñísimo porcentaje de no más allá del 10 %». Además, que se haga por explotación y no por parcela, para que así el 90% restante de la superficie pueda seguir acogiendo maíz sin que esta decisión suponga un perjuicio para el cultivador. El maíz es en regadío unos de los cultivos de mayor rentabilidad.
Precisamente, Asaja, con las provincias de León y Salamanca a la cabeza, se movilizará hoy en Madrid, para además de defender el modelo de agricultura profesional, reivindicar que se exima de tener que rotar o cambiar todos los años de cultivo en todas las parcelas.
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