Las movilizaciones abren paso a plataformas que reclaman su espacio de representación

Este es el caso de Agrygal (Asociación de Agricultores y Ganaderos Libres), que ha surgido en la provincia de Valladolid. La intención, según explica su presidente, Luis Francisco del Agua, es «llegar hasta donde la gente quiera. Si sigue adelante, es cosa de todos». En estos momentos, cuentan con 150 inscritos, «pero nos falta mucha gente que se quiere apuntar, lo que pasa es que nosotros lo hacemos todo y casi no tenemos tiempo».

Del Agua desconoce el futuro de colectivos como el que lidera. «No sé lo que pasará mañana, lo que veo muy claro es que a raíz de salir a la calle se han montado en el barco las OPAs; si no salimos, ellas no hubieran salido».

«Connivencia»

Desde Agrygal se habla de «connivencia de los sindicatos agrarios existentes con la Administración, que no defienden nuestros intereses y no apoyan nuestras reivindicaciones». Entre sus fines enumeran la defensa de los intereses de la agricultura y la ganadería ante las instituciones; «perseguir todas las prácticas abusivas e ilícitas que puedan ocasionarse» o «buscar el mantenimiento de unos precios justos de los productos agrarios y ganaderos».

«Hartazgo»

En la provincia de León, también ha surgido la plataforma Decaleón (Defensa del Campo Leonés) como consecuencia del «descontento general de toda la gente del campo hacia los sindicatos, a los que se reclamaba salir a la calle, como sucedía en todas partes de Europa, y cada uno estaba a lo suyo», comenta Alberto Rebollo, en representación de este colectivo, cuyo siguiente paso es convertirse en asociación.

Este agricultor recalca que, después de muchos años en el sector, «la unión que he visto ahora nunca la había vivido, aquí no ha habido distinción entre gente que está en sindicatos ni partidos, esto es la unión de toda la gente del campo por el hartazgo».

Rebollo insiste en que «estamos representando a toda la gente del campo», al tiempo que reconoce que no todos tienen los mismos problemas. Así, en zonas como la suya están especialmente afectados por la rotación de cultivos en regadío y en las zonas de montaña, por la nueva ley de montes. «Tenemos un manifiesto conjunto de todos con los problemas mayoritarios».

Concluye que las tractoradas han marcado «un antes y un después» en lo que al papel de las organizaciones agrarias se refiere.«Hay gente que lleva muchos años y que no ceden ni el cargo ni el puesto, y esto debería servir para retomar las cosas y pensarlo». A nivel regional, se está gestando una organización de empresarios agrarios.