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S. G.
Viernes, 19 de enero 2024, 00:22
Las lluvias que han marcado desde el inicio la campaña remolachera han sido las que han obligado, finalmente, a parar los arranques y, por tanto, la actividad de las fábricas. El pasado lunes, 15 de enero, cerró la fábrica de Acor en Olmedo, a la ... espera de que mejore el tiempo y se pueda volver a arrancar remolacha en parcelas que, en muchos casos, están totalmente inundadas.
También ha parado la fábrica de Azucarera en Toro. Tal y como declaraba hace unos días a este periódico la directora del Área Agrícola de la compañía, Salomé Santos, de darse esta circunstancia tendrán que valorar si el cierre es definitivo y molturan las hectáreas que quedan en esta zona zamorana en la fábrica de La Bañeza, que abrirá en cuanto el tiempo lo permita.
Según explica Ventura González, presidente de UPA Ávila, esta parada de los arranques «va a provocar que muchas explotaciones se encuentren con la remolacha en la parcela que no han podido arrancar y con otra parcela en la que esté la que acaben de sembrar». González explica que el agua caída durante los últimos días, «y la que se supone que va a caer», hace que el campo «esté a punto de empezar a sufrir un nivel de riesgo».
En estos momentos, «ves pequeñas charcas que pueden ocasionar lagunas y eso produce la podredumbre de la raíz, la asfixia de la planta de cereal y el retraso en cultivos como la remolacha». Según los cálculos del responsable de esta organización, «el 35% de la superficie que tendría que estar de cereal, no se ha sembrado». Aprecia que ya va a ser muy complicado terminar de sembrar, pues «con lo que hay ahora mismo en las tierras, no podemos entrar hasta final de mes, suponiendo que no lloviera más».
Guisantes o garbanzos
La cuestión es que a medida que van avanzando los días se pasa el tiempo idóneo para la siembra, incluso de ciclos cortos de cereal.«Habrá que optar por guisantes, garbanzos o girasol».
Ventura González resume que toda la campaña de siembras ha estado marcada por la lluvia. «No ha habido tiempo en un otoño muy difícil, hemos tenido que parar dos o tres veces por las lluvias». Además, «los retrasos también vienen en parte por la falta de liquidez para hacer frente a los pagos. Y hasta que no se ha cobrado la PAC a partir de mediados del mes de octubre, h
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