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Siega de lentejas en La Armuña salmantina. S. C.
Las legumbres de calidad pierden el 50% de superficie tras retirarse la ayuda asociada

Las legumbres de calidad pierden el 50% de superficie tras retirarse la ayuda asociada

Con la nueva PAC el apoyo se ha hecho extensivo a todas las legumbres de consumo humano que, en este caso, ganan hectáreas

Silvia G. Rojo

Viernes, 14 de julio 2023, 00:35

La entrada en vigor del Plan Estratégico de la nueva PAC, ha tenido consecuencias directas para las legumbres con calidad diferenciada, es decir, aquellas que están amparadas por algún marchamo que certifica sus cualidades. La supresión de la ayuda asociada o, dicho de otro ... modo, específica para aquellos agricultores inscritos en alguna de estas figuras, ha supuesto la reducción de superficie en un 50% tal y como confirman desde diferentes consejos.

«Hasta ahora había un apoyo solo para las legumbres de denominaciones de origen o de indicaciones geográficas protegidas, pero con el nuevo plan se ha extendido al 100% de las legumbres de consumo humano», explica Nicolás Armenteros, director técnico de Legumbres de Calidad (Lenteja de la Armuña, el Garbanzo de Fuentesaúco y el de Pedrosillo, y Judías de El Barco de Ávila). El experto deja claro que «está muy bien que se prime el cultivo de legumbres porque son mejorantes, con lo que no estamos de acuerdo es con que no se mantenga la diferenciación».

Hasta ahora, el agricultor acogido a alguna de esas marcas de garantía contaba con una ayuda a mayores de 60 u 80 euros pero la retirada de esa ayuda asociada «ha supuesto una bajada muy acusada en el número de inscritos porque una parte de ellos va a recibir la misma ayuda y no necesita la figura».

Formar parte de alguno de esos paraguas de calidad lleva aparejado una serie de gastos y controles, «no les sale gratis», insiste Armenteros, «pero si hemos sido los guardianes de las legumbres con prestigio nos parece una medida que va en contra de la sostenibilidad de la legumbre con nombre propio».

Con la siega de lentejas prácticamente liquidada y a unos 15 días vista del inicio de la de garbanzos, el director técnico confirma que esta campaña «tenemos la mitad de superficie inscrita», una circunstancia que «nos complica la subsistencia» y una realidad que, por otra parte, no es exclusiva de esta zona.

Ana Villacé, directora técnica de la IGP Lenteja de Tierra de Campos confirma este mismo dato. «Hemos mantenido el 50% de la superficie pero porque hay gente que lleva mucho tiempo y no quiere abandonarnos, si la próxima campaña no reciben apoyo no se van a inscribir más».

Aumento significativo

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural desconoce los datos de la superficie acogida a IGP esta campaña, pero los de 2022, momento en el que se declararon 23.423 hectáreas de legumbres de consumo humano, de las cuales 7.342 hectáreas estaban acogidas a alguna de las menciones de calidad, dan una idea. Eso sí, en 2023 se han declarado 37.965 hectáreas de legumbres de consumo humano, «un aumento significativo, sin duda, por la entrada en vigor de los ecorregímenes», indican estas mismas fuentes.

Concluyen que la diferenciación y calidad de las producciones acogidas a menciones de calidad «la debe remunerar el mercado». Por ello, «en principio, no está prevista la recuperación de la ayuda específica a las legumbres de calidad, pues en todo caso, la producción de alubias, garbanzos y lentejas en general cuenta con financiación de la ayuda asociada a cultivos proteicos, por lo que el productor mantendrá unos ingresos equivalentes». De todas formas, informan que «para su restablecimiento sería necesaria una modificación del Plan Estratégico de la PAC de España 2023-2027 a iniciativa del Ministerio».

Un año «nefasto» en la producción de lentejas

En la zona de calidad de La Armuña, Salamanca, «la lenteja que se sembró a tiempo, está casi toda recogida», explica Nicolás Armenteros, en una año en el que los problemas no han sido pocos desde la propia sementera que define como «atípica» y en la que no han faltado, granizos o tormentas.

Las lluvias de finales de mayo provocaron malas hierbas y algunas lentejas han terminado tumbadas. De manera general, calculan medias de 200 o 250 kilos por hectárea, «un año pésimo», si se tiene en cuenta que solo para siembra hacen falta 140 kilos de lentejas. «No teníamos un año tan nefasto como este desde 1992», reconoce, en una zona en la que las medias suelen rondar los 900 kilos.

En el caso de Tierra de Campos todavía faltan unos días para empezar con la siega, pero Ana Villacé ya adelanta que en zonas de referencia como Velliza o Villán de Tordesillas «cayó mucho pedrisco y tampoco sabemos cómo ha afectado la sequía» aunque a simple vista ya hay parcelas que no han llegado a la altura necesaria para poderse segar.

«Es un año complicado, y eso que la lenteja es muy resistente a la sequía, ha granado muy bien y hay mucha vaina, pero tiene poco porte y la cosechadora las corta por la mitad».

En el caso del garbanzo se empezará a recoger en 15 o 20 días, aunque la situación es totalmente distinta. «El agua le llegó en el mejor momento porque se siembra en marzo, hay de todo, pero no es una cosecha desastrosa, más bien media alta», avanza Armenteros, que dice el agua solo ha salvado garbanzos y girasol.

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