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El programa Cultiva, promovido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sigue atrayendo a jóvenes de otras regiones a Castilla y León, con el objetivo de conocer las particularidades de diferentes empresas agrarias y ganaderas.
En esta ocasión, Palencia ha sido el destino de ... Héctor Alastruy y José Luis Ferraz, dos jóvenes procedentes de Huesca que han permanecido durante cinco días en una explotación de vacuno de leche, en el primer caso, y en la ganadería en extensivo, Lallosa, en San Martín de los Herreros, en el segundo.
Raúl Azpeleta, coordinador de UPA Palencia, que también colabora en la iniciativa, explica que se trata de «un intercambio de experiencias con jóvenes agricultores incorporados en los últimos cinco años, es decir, no van a ser agricultores, ya lo son».
La permanencia en la explotación se extiende entre cinco y diez días, «creo que es el tiempo suficiente para ver el manejo de una explotación ganadera, que prácticamente es siempre igual, y en el caso de una agraria o ves o una cosa o ves otra; o ves la siembra o la cosecha».
Azpeleta piensa que con este programa todos ganan, «el joven se lleva lo que ve, cómo se desarrollan los trabajos en una explotación muy lejos de la suya y unas cosas las aprenderá y otras será imposible ponerlas en práctica en su zona». En cuanto a la explotación que recibe, denominada de referencia, «también hay un enriquecimiento para ellos, al joven le aporta más porque tiene menos experiencia, pero no porque lo suyo no sea mejor, igual o distinto».
Héctor Alastruy ha compartido su tiempo durante los últimos días en la ganadería de los Hermanos Azpeleta Hierro, en Melgar de Yuso. En este caso se conjuga el vacuno de leche con una parte agrícola de secano y de regadío en la que la mitad de lo que se produce se dedica al alimento de los animales.
«En mi caso, tengo vacuno de carne, porcino, regadío y secano, además de almendros», explica Héctor, «me interesó venir a esta ganadería para ver algo distinto dentro del vacuno, enterarme de cómo lo hacen aquí y no descarto que dentro de unos años pueda introducir vacas de leche».
A sus 20 años, se incorporó hace uno a la actividad agraria aunque «siempre me ha interesado, desde pequeño iba con mi padre en el tractor».
Antes de dar el salto al negocio familiar ha cursado un grado medio agropecuario y coincide en que con este Cultiva, antes conocido como Erasmus Agrario, «ganamos ambas partes, todos aportamos».
Después de varios días en tierras palentinas concluye que «de donde yo vengo y esto son dos mundos diferentes, allí es todo más intensivo, aquí las vacas están por el campo y hay menos animales, son dos modelos de producción diferentes».
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