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Silvia G. Rojo
Viernes, 6 de octubre 2023, 00:16
Parecen lejanas las lluvias que han acompañado al campo durante el mes de septiembre y han permitido el desarrollo de las labores propias de esta época, que coinciden con el inicio de la campaña agrícola. «Del agua ya ni nos acordamos, ni la agricultura ni ... la ganadería», destaca Ventura González, que además de agricultor, es secretario provincial de UPA Ávila. «Es verdad que ha permitido hacer algo de labor, incluso sembrar algunas colzas, pero es una campaña muy extraña para el conjunto del sector desde el punto de vista económico pues siguen subiendo los costes y los productos van a la baja».
González añade que «todo el mundo está parado, vale todo muchísimo mientras el cereal sigue bajando, ¿cómo te arriesgas?», se pregunta, «tienes en torno a 900 euros de gastos por hectárea, lo que quiere decir que necesitas más de tres toneladas para cubrir costes, y venimos de un año con 900 kilos de media».
El abono y el gasóleo han vuelto a experimentar las subidas más significativas, «están descargando el gasóleo a 1,32 euros el litro, intocable, y el abono está a 480 euros/tonelada».
Dice que el año pasado el abono se movió entre los 560 y 600 euros, «este año va por el mismo camino», pero la cuestión está que «a finales de agosto llegó a bajar hasta los 380 euros y en septiembre empezamos a comprar y a subir, hasta 100 euros la tonelada como sucede ahora».
Por otra parte, la lluvia vuelve a convertirse en más que necesaria, «lloviendo y con estas temperaturas favorecería mucho tanto a la agricultura como a la ganadería porque el ganadero aplaza tener que echar alimento y al agricultor le facilita las siembras y las nascencias».
Sobre esta cuestión de los abonos, desde Asaja aseguran que «marcan precios de hasta un 50% más altos de lo habitual».
Tras la situación «excepcional» vivida en el año 2022, en el que la guerra en Ucrania bloqueó el mercado mundial de abonos, con un encarecimiento sin precedentes que se trasladó también al precio del grano, las cotizaciones del cereal han retrocedido a las marcas medias, pero no así las del fertilizante. Todo apunta «a intereses especulativos que saben que ponen a los agricultores entre la espada y la pared, sobre todo porque venimos de un año como el 2022 en el que hubo que limitar mucho la fertilización por los precios prohibitivos, y hoy la tierra necesita abono para garantizar unas siembras correctas», señala Donaciano Dujo, presidente de Asaja.
La nueva campaña
Desde la provincia de Zamora, Felipe Luis Codesal comenta que el agua de septiembre «ha venido perfecto para preparar las tierras», pero en su caso, de momento no se han dado las circunstancias para sembrar colza. «No me ha dado tiempo a sembrar, se han ido los días, estoy esperando a ver si llueve y siembro pero sin agua no me voy a arriesgar porque la colza es muy delicada». En cuanto al cereal, «sembraré lo mismo, con menos abono, pero lo mismo».
Adolfo Galván, desde la provincia de Valladolid, también preparó las tierras en cuanto paró de llover y «he sembrado colza para otro agricultor y vezas para mi para segar en verde en diciembre y la labor se ha hecho bien, las colzas también se han nacido bien».
Como el resto de profesionales mira al cielo, «esperemos que vuelva a llover porque si no te da tiempo a hacer las labores, las tierras se quedan duras», concluye.
La liquidez es uno de los problemas a los que debe hacer frente el sector agrario en esta nueva campaña agrícola ya que viene de dos años marcados por la sequía.
«El sector está también esperando a que lleguen todo tipo de ayudas para poder realizar los gastos», comenta el responsable de UPA, Ventura González, «es también uno de los frenos, el problema de liquidez».
En principio, el adelanto de las ayudas de la PAC se realiza el 16 de octubre, «pero tú todavía tardas unos cuantos días en tenerlo», apunta».
Por otra parte, un total de 70.267 titulares de explotaciones ganaderas recibirán este mes las ayudas extraordinarias habilitadas por el Gobierno como compensación por la sequía y el impacto de la guerra en Ucrania, por un importe total de 323,2 millones de euros
Por último, según se ha sabido esta misma semana, la Junta de Castilla y León ha recibido 13.485 peticiones de reconocimiento de derecho a suscribir préstamos hasta que finalizó el plazo el pasado 29 de septiembre. Si todos los agricultores y ganaderos formalizan la petición, el importe total de préstamo ascendería a 564 millones de euros, la mayor cantidad suscrita de las tres convocatorias emitidas por la Junta en referencia a ayudas para bonificación de intereses preferenciales por sequía.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural bonificará con un máximo de 60 millones de euros los intereses de dichos créditos al y como se puso de manifiesto en la firma del convenio con once entidades.
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