La falta de oferta sitúa la carne de vacuno, ovino e ibérico en precios históricos

La falta de oferta o, dicho de otro modo, de animales, ha situado el precio de la carne de vacuno, ovino y porcino ibérico en precios históricos. La lonja de Salamanca celebrada el pasado lunes, tuvo que regularizar precios en el bovino de carne para acercarse a la realidad del mercado que viene justificada por varias cuestiones: «Hay escasez de ganado debido a los dos años seguidos de sequía que han provocado el desvieje de muchas vacas», comenta el ganadero Ángel Calderero, vocal en la lonja salmantina. «Además, el año pasado se sumó la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que no solo mató ganado sino que también provocó que muchas vacas enfermas ya no hayan criado; todos esos factores hacen que no haya oferta».

En este sector vacuno, igualmente, «a pesar de que la oferta es escasa, hay menor demanda en toda la Unión Europea que otros años porque igual que suben los precios, baja el consumo», aclara el profesional, «los precios están fuertes en Europa y el barco ha seguido tirando, es decir, la exportación, así que se están rebuscando terneras y añojos por todos lados».

En su opinión, «la subida ha sido meteórica porque hay mucha demanda, y la gente que tiene que servir compromisos busca donde sea ese ganado y lo paga», de igual modo, «el vacuno ha roto la barrera de seis euros el kilo, había llegado a los 5,80 euros, pero no a los seis, y no se sabe a dónde va llegar».

Calderero añade un último factor y es que «la política medio ambientalista que impulsa Europa está bajando las producciones en un mundo que cada vez necesita más alimentos».

En el caso del ovino la situación es la misma y mientras que a las puertas de la Navidad de 2023 el lechazo extra cotizaba a 7,40 euros por kilo, en la actualidad lo hace a 8,02 euros por kilo. «La cuestión es que en otras ocasiones vienen corderos de fuera, pero este año tampoco hay», asegura Isidoro Torío, representante del sector ovino en Urcacyl.

Señala que «toda la carne está por las nubes y aún así, se sigue quitando ganado porque no dejan de subir la maquinaria, los sueldos y entra en juego que nadie se quiere quedar en el campo. El ganadero, de media, está vendiendo los lechazos de IGP a unos 102 euros, «ni en navidades», afirma.

También el cebo de campo se mueve entre los 2,92-3,02 euros por kilo, un precio que no dista demasiado de los que se aplicaron a la bellota la pasada campaña así que habrá que esperar a la primera cotización de esta categoría, el 30 de noviembre en la lonja de San Andrés de Ciudad Rodrigo, para ver si se cumple con un nuevo precio histórico.

Patatas a la baja

Y mientras la carne no deja de subir, la recta final de campaña ha supuesto una bajada de unos 0,20 euros por kilo en el caso de las patatas que ahora mismo tienen como referencia 0,30 euros por kilo. Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (Appacyl), sostiene que «sigue siendo un precio muy aceptable, esa bajada no se puede interpretar como que se haya desplomado el precio».

Eduardo Arroyo calcula que en el campo «puede quedar de sacar un 15% de patata de industria y otro tanto de lavado por lo que la campaña está hecha, y feliz campaña».

Concluye, de manera general, que «la sensación, al menso la mía, no es derrotista ahora mismo, ha sido una campaña más corta que otros años, con algo menos de producción que se ha compensado con precios».

En cualquier caso, la campaña no se dará por cerrada hasta primeros del mes de noviembre.

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