La falta de agua, los costes y las heladas desploman la contratación de Acor un 35%

La falta de agua en el sistema Pisuerga, fundamental para la cooperativa, así como los altos costes de producción y las recientes heladas de abril son algunos de los factores determinantes a la hora de explicar esa reducción del cultivo de la remolacha.

El análisis, que ya se ha planteado al Consejo Rector, parte de la caída de 2.664 hectáreas, más de la mitad, debido a la falta de dotación de agua. «Un total de 1.164 hectáreas se han anulado de contratos ya rellenados y firmados. De otras 1.500 hectáreas teníamos por escrito la intención de sembrar en caso de contar con la dotación de agua suficiente».

Aunque no todas las zonas de riego se han visto perjudicadas en la misma medida, han resultado «especialmente afectados por la escasez de agua los regantes del Pisuerga y del Bajo Duero, a los que inicialmente tan solo se les garantizaba una dotación de 2.500 metros cúbicos por hectárea, cantidad que resulta demasiado escasa para poder hacer frente a la demanda de riego de cultivos como maíz, patata o remolacha», aclaran estas mismas fuentes.

Otro factor determinante ha sido el fuerte y progresivo incremento de los precios de los combustibles experimentado desde hace algo más de un año, que ha incidido de manera directa en la subida de los costes de producción de las explotaciones, especialmente de la energía utilizada por los equipos de bombeo para el riego.

Por otra parte, el Servicio Agronómico de Acor ha recibido más de 200 avisos de daños por heladas en parcelas que se encontraban en plena fase de nascencia, que afectan a una superficie contratada de 2.441 hectáreas, y de las que hasta la fecha se ha aconsejado resembrar 987.

En este caso, con el fin de ayudar a los socios «en un año ya de por sí problemático por los elevados costes de cultivo», reconocen desde la entidad, el Consejo Rector decidió poner a disposición del socio de manera gratuita la semilla que necesitase para hacer la resiembra, asumiendo este coste conjuntamente las empresas de semillas y Acor.

La cooperativa ha tratado de atajar el previsible descenso con diferentes medidas, entre ellas la de pagar los 400 euros por hectárea de ayuda del PDR (Programa de Desarrollo Rural) para todos aquellos socios que este año no tuvieron acceso al mismo, previo compromiso de solicitar el nuevo PDR el próximo año y contratar con Acor las siguientes cinco campañas. Esto se ha traducido en la aceptación por parte de 29 remolacheros que suman 220 hectáreas.

El objetivo marcado inicialmente por la Cooperativa era el de alcanzar la presente campaña unas 12.000 hectáreas, pero como reconocen fuentes próximas a la entidad «este año lo teníamos todo en contra».

Por último, esta caída de la superficie se produce en un año en el que acompañan los altos precios de venta del azúcar, cuyo mercado continúa al alza por segundo año consecutivo, habiendo subido la tonelada de azúcar a granel casi un 20% en lo que va de ejercicio respecto a la campaña pasada.