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La temporada oficial de riego se extiende cada año entre el 1 de abril y el 30 de septiembre, pero la realidad es la que manda. «El hecho de que nos encontremos en un año seco en diversos sistemas, así como las circunstancias climatológicas, determinan ... que no se haya comenzado a regar en la práctica totalidad de las zonas», explican desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Estas mismas fuentes recuerdan que son Carrión, Pisuerga-Bajo Duero y Tuerto, las que se encuentran sometidas a una mayor limitación en cuanto a sus dotaciones, por lo que si se mantiene la situación actual y sin condicionar la viabilidad de sus cultivos es probable que pospongan el inicio del riego hasta después de Semana Santa.
La Comunidad de Regantes Río Adaja comenzó el riego el año pasado el riego el 17 de marzo y aunque en esta campaña también lo tenían solicitado con anterioridad al 1 de abril, «al final, con las lluvias de estos días no nos ha hecho falta», indica el presidente, Juan José Rodríguez. «Este año, además, hay muchas tierras sin sembrar porque la gente se lo está pensando, sobre todo en el caso de la remolacha, los otros cultivos yo creo que sí saldrán porque han ido ofreciendo más precio, pero con los costes actuales la gente está dudando mucho con la remolacha».
También desde la Confederación confirman que «no se puede concretar nada todavía, dadas las incertidumbres existentes, por lo que la programación de cultivos en las Comunidades de Regantes es muy probable que no se conozca hasta finales de abril, coincidiendo con el cierre de la PAC (Política Agraria Común)», aunque «lo que sí se está notando, en algunas comunidades de regantes cuya asignación de agua se encuentra limitada, es la incorporación del girasol como alternativa durante esta campaña».
La efectividad del comienzo de la campaña está muy relacionada con la climatología de marzo y abril, en este sentido, los años que ambos meses son buenos en cuestión de precipitaciones se puede concluir que el inicio del riego no se produce hasta el mes de mayo, mientras que un mes de marzo seco, como el del pasado año, provoca que sea necesario adelantar excepcionalmente el comienzo de la campaña a la segunda quincena de marzo para atender a demandas como la nascencia de la remolacha o el cereal.
Por otra parte, a principios de abril se conocerán los mapas de sequía correspondientes al mes de marzo. De momento, los sistemas Tera, Órbigo, Támega-Manzanas, Pisuerga, Arlanza, Riaza-Duratón, Tormes y Águeda están en situación de sequía prolongada. Además, según el último informe del Plan especial de sequía, están también en alerta por escasez hidrológica los sistemas Carrión, Pisuerga, Cega y Támega-Manzanas y Alto Tormes.
En definitiva, una campaña «incierta» como consecuencia de la sequía.
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