Buenas perspectivas para la campaña de riego aunque tres sistemas tienen limitaciones

Los embalses de la cuenca se encuentran al 81,1% de su capacidad, casi cuatro puntos por encima de la media e hace un año y con la particularidad de que hacía años que no se contaba con la reserva de nieve, «con precipitaciones bastante abundantes a primeros de marzo que han ido entrando en los embalses».

El año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de octubre, también ha sido bueno para los intereses de los regantes y «prácticamente no hay problema de disponibilidad de agua», tal y como se ha informado en esa juntas de explotación. La excepción se da en tres sistemas que tienen una dotación por debajo de los 5.000 metros cúbicos por hectárea, se trata del Tuerto, en León; el Carrión, en Palencia, y el Pisuerga- Bajo Duero, que afecta también a las provincias de Valladolid y Zamora.

El Tuerto, con el embalse de Villameca, está casi al 85% de su capacidad y el Carrión al 93,4%, «pero estos sistemas siempre dependen de cómo venga la primavera, si es favorable y se dan precipitaciones eso permite que los desembalses empiecen más tarde o sean más suaves y eso permite un mejor desarrollo de la campaña».

La situación del Pisuerga-Bajo Duero, al 56,7% es «bastante más favorable» que la de años anteriores cuando se encontraba al 47%, en 2023, o al 43%, en 2022. «Teníamos algo de reserva de nieve que prácticamente se ha fundido y ha entrado a los embalses, si llueve la situación no pinta tan mal», apunta el director.

De momento, la dotación que se baraja ronda los 4.500 metros cúbicos por hectárea, «los usuarios después de dos años con 3.500 quieren más, pero las cuentas son las que son, ojalá que la primavera sea buena y al final podamos revisarlo, el 10 de abril tendremos otra junta».

Tomas directas

El canal Toro-Zamora es uno de los que depende del Pisuerga, en concreto del embalse de Aguilar de Campoo, y la reivindicación de su presidente, Pedro Pablo Ballesteros, es doble: por un lado, reclama que se les haga llegar agua de otros sistemas que tienen suficiente para afrontar la campaña y que además, se controlen las tomas directas de los ríos para que tengan la misma dotación que los comuneros.

«Los usuarios han planteado en la junta de explotación que se haga lo necesario para alcanzar los 5.000, que se hagan aportaciones desde otros sistemas y ahí está la idea que se llevará y analizará en la comisión de desembalse que se celebra la primera quincena de abril, no solo está el bajo Duero, está toda la cuenca con diferentes sensibilidades».

En 2023, con la declaración de sequía extraordinaria la Confederación adoptó diversas medidas, entre ellas extremar el control en tomas directas para que no rebasaran la dotación de 3.500 que tenían el resto de comuneros, algo que se vuelve a pedir y que también tendrá que pasar por los órganos competentes.