El aumento en un 30,7% de la superficie de remolacha plantea una campaña de arranques larga

Como siempre el campo mira al cielo. En este caso son los remolacheros los que están especialmente pendientes de las posibles precipitaciones, pues aunque el agua es más que necesaria en esta época, puede entorpecer los arranques de raíz. «Este pasado lunes hemos empezado a arrancar en todas las provincias, siempre a la espera del tiempo, pues es necesario tener el volumen suficiente de existencias como para abrir la fábrica con seguridad de abastecimiento». Estas palabras las pronuncia Óscar Olivar, director del Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor, que adelanta que la fábrica de Olmedo comenzará a recibir raíz el 11 de octubre.

Desde un punto de vista agronómico y con toda la campaña por delante, el experto explica que en este ejercicio «las siembras han sido más escalonadas, se extendieron durante los meses de marzo, abril y mayo. Las primeras que se están arrancando son las parcelas de marzo y primeros de abril».

Este año «el ataque de cercospora ha sido menor que el anterior, esperamos parámetros mayores en cuanto al grado de polarización y peso que el año anterior». La media de la pasada campaña fue de 94,6 toneladas por hectárea, frente a las 103 de en la de 2022-2023.

La cooperativa tiene contratadas en este 2023-2024 un total de 12.150 hectáreas, por lo que se augura «una campaña larga, de más de cuatro meses, es de las de más contratación. Solo, según recuerdo, fue superada por la de 2019. Y además, más del 80% de la superficie está en el sistema de módulos de arranque, carga y transporte, es decir, damos al agricultor todo el servicio».

De momento, los arranques se están haciendo en buenas condiciones «en las tierras más arcillosas, aunque lo que más nos preocupa son las lluvias que se anuncian para la semana que viene», concluye Olivar.

Salomé Santos, directora del Área Agrícola de Azucarera, confirma que la compañía molturará a lo largo de este ejercicio la raíz de 23.500 hectáreas procedentes de la zona norte, aunque unas 20.174 están dentro del área de Castilla y León.

Tres fábricas

La multinacional cuenta con tres fábricas en la región y «si la meteorología lo permite, vamos a comenzar con la apertura de la fábrica de Toro el 21 de octubre; luego Miranda de Ebro, sobre el 29, y La Bañeza, ya entrado 2025, a finales de enero, momento en el que solaparemos Toro y La Bañeza durante aproximadamente dos meses para poder terminar la campaña a finales de abril. Va a ser larga», señala Santos.

En lo que al cultivo se refiere, «hay mucha siembra tardía y eso se nota en que existe un poco de retraso de media con respecto a otros años, pero poco a poco el cultivo va ganando peso y contenido de sacarosa, por lo que, en principio, los datos son los que esperamos a estas alturas. Queda mucha campaña por delante y esperamos una evolución favorable a medida que avancen los meses de invierno».

En función de los datos de la PAC, en Castilla y León se han sembrado 32.324 hectáreas de remolacha, un 30,7% más que hace un año, a pesar de que ya el ejercicio pasado el incremento fue de más de 9.000 hectáreas. Si se toma como referencia el año 2020, el crecimiento se eleva hasta el 56%.

León se sitúa a la cabeza en este cultivo, con 10.491 hectáreas, seguida de Valladolid, con 7.320 y Salamanca, con 4.164.

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