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Estado actual de los almendros de Alejandro Valencia en la localidad vallisoletana de Siete Iglesias de Trabancos. S. C.
Almendros en flor cada vez más pronto: así sortean las heladas los productores

Almendros en flor cada vez más pronto: así sortean las heladas los productores

La floración se adelanta este año en Castilla y León entre una y dos semanas, según las zonas, para un cultivo que gana peso

Silvia G. Rojo

Miércoles, 21 de febrero 2024, 00:09

En cuántas ocasiones se escucha aquello de «te adelantas como los almendros», pues es la flor de este frutal la que primero suele anunciar la llegada de la primavera. En esta ocasión, de manera literal, la floración de estos árboles viene adelantada entre una y ... dos semanas, en función de las zonas de la comunidad, pero es verdad que son las variedades autóctonas las que llevan la delantera.

El miedo de los productores es a la llegada de heladas que puedan arrebatar el fruto pero, de momento, no es esa la preocupación, gracias a la variedades tardías y extra tardías, muy presentes ya en toda la región, algo que hace años era impensable.

«El almendro se ha cultivado desde hace más de 100 años en nuestra comunidad aunque de manera muy localizada en zonas como los Arribes del Duero, el Bierzo o la comarca de Ágreda», explica Sara Álvarez, investigadora en la Unidad de Cultivos Leñosos y Hortícolas del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y Leó (Itacyl). Estas plantaciones se encuentran, principalmente, en situaciones marginales, con poca inversión y mantenimiento, pero tambén con bajos rendimientos. Sin embargo, «en las dos últimas décadas ha habido un fuerte impulso de la superficie plantada de almendro en Castilla y León, pero en otras zonas distintas a las tradicionales, como el oeste y sur de la provincia de Valladolid y el sur de la provincia de Zamora, con un cultivo distinto y muy tecnificado», añade la experta.

No hay un único factor para justificar el incremento de superficie, que ya ronda las 3.800 hectáreas, pero es un hecho que viene apoyado «sobre todo, por la aparición de variedades de floración tardía y extra tardía, donde se reduce el riesgo de daño por heladas primaverales y que permiten el cultivo del almendro en zonas más frías», subraya Álvarez. En este sentido, «cada vez es más frecuente encontrar plantaciones bien cultivadas, en regadío, y con niveles de producción adecuados». Así, la floración tardía «es uno de los principales objetivos en los programas de mejora genética españoles que pretende evitar los daños por heladas primaverales y situar la floración fuera del periodo de heladas». De este modo, «si retrasmos la floración, según avanza la primavera hay menos posiblidad de heladas», pero para eso, antes de la plantación «para elegir la variedad más adecuada es necesario conocer nuestra parcela y saber la fecha media de la última helada de primavera en nuestra zona, que va a ser el factor limitante en nuestra región».

Mecanización

Otro aspecto que ha influido en el incremento de estos cultivos es la mecanización «debido a los nuevos sistemas de plantación se puede mecanizar fácilmene, lo cual es importante ya que además de ahorrar costes, se reduce la dependencia de la mano de obra», señala.

En cuanto a los tipos de plantación, la principal diferencia es el marco de plantación, densidad de plantas por hectárea, pues mientras que la tradicional es sin marco regular, normalmente en terrenos en pendiente y zonas marginales, el intesivo es un marco regular, 6 por 6 es el más extendido, unas 250-300 plantas por hectárea y de ahí se pueden ir cerrando los marcos hasta llegar al sistema en súper intensivo o sistemas en seto, donde se pueden alcanzar 2.000 o 2.500 plantas por hectárea.

Cultivo tradicional en Arribes

En la zona de las Arribes salmantinas, «están en plena floración las variedades autóctonas, a las tardías las falta un poco, pero todos en general, vienen con 20 días de adelanto», explica Diego Vacas, un productor de Vilvestre que lleva toda la vida cultivando almendros.

Su teoría es clara: «Esto va con el cambio climático, no falla, en diciembre había en Vilvestre escobas floridas, cosa que no es habitual». Insiste en que el almendro «se puede adelantar algún año, como otros cultivos, pero ahora el invierno es demasiado cálido, antes hacía muchísimo más frío, el cambio climático está adelantando el calor, lo llevamos viendo 20 años, más claro que el agua».

Esto se traduce en producciones «muy irregulares, hace años eran más regulares», asume.

Comenta que cuanto antes florezcan los almendros «más riego de helada», la teoría era que los autóctonos florecían a primeros de marzo y el resto más hacia finales, «pero todos vienen adelantados, y el riesgo de las heladas tardías está ahí para todos».

Aclara que el mayor problema no se da cuando están en floración, «muchas flores no han abierto, están mirando para abajo, pero lo peor es cuando está como una lenteja y es todo leche, agua, ahí sí que se hiela».

En esta zona en concreto, que siempre se ha caracterizado por su micro clima, «el riesgo con las heladas lo tenemos en marzo y abril entero y por ejemplo, en Valladolid se han helado a 5 de mayo, algo que aquí no ha sucedido nunca, nuestro riesgo es sobre todo hasta el 20 de abril y en las zonas frías hasta el 15 de mayo».

Sobre las variedades extra tardías, afirma que «quitas más riesgo, pero nunca del todo, no te garantiza nada, lo que pasa que antes era impensale plantar en ciertas zonas, es algo que se hace desde que existen estas variedades».

Recuerda que hace años «en cada pueblo todo el mundo tenía almendras y vendía, el abuelo se murió, llegó la concentración y se han abandonado, en la zona podemos quedar 15 productores y lo hacemos en ecológico«.

Estado actual de los almendros en Vilvestre, en los, Arribes salmantinos.

Concluye que no es un mundo fácil, «lo que a unos les funciona, a otros no, las parcelas son diferentes, la orientación, que haya más o menos sol y el manejo de cada uno, todo influye», lo que tiene claro es que «en zonas que van más adelantadas que nosotros, como California, no tienen ni intensivo ni súper intentivo, metes 200 plantas por hetárea y al quinto año no hay quien lo domine».

Nuevas variedades

Alejando Valencia cultiva dos parcelas de las variedades Guara y Lauranne en la localidad vallisoletana de Siete Iglesias de Trabancos y según sus anotaciones, esta útlima siempre florece entre el 2 y el 6 de marzo, mientras que la Guara lo hace a últimos.

«Pienso que la floración viene con una semana de adelanto por lo menos, la yema ya está muy abultada, aunque otra vez llega el frío, hoy ha helado, y eso lo para».

Aclara, al igual que el resto de productores, que el hielo no es el mayor peligro cuando el árbol está en flor, «es cuando ya está formada la pepita, hasta cuando tiene el tamaño de un céntimo se ha helado», declara, «hasta que no pasa la Cruz de mayo (3 de mayo) te la puede helar todavía, pero depende también de las temperaturas que se alcancen».

Hace siete años optó por cultivar almendros con el objetivo de diversificar su explotación y no se muestra conforme con las teorías del cambio climático. «Yo lo apunto y es todos los años más o menos parecido, aunque se adelante, luego llega el frío y lo para, lo iguala«.

Alejandro Valencia considera que para obtener buenos resultados «es muy importante la variedad, elegirla bien, y la situación de las parcelas» pues la planta no se comporta igual en las zonas altas que en las bajas.

En su caso, asegura que la variedad Lauranne «es más progresiva y todos los años coges cosecha».

La altitud

Uno de esos lugares donde era impensable hasta hace unos años plantar almendros debido a la altitud era en Aranda de Duero, allí Nacho del Cura, junto con su primo, también cultiva almedros.

«Estamos muy al límite por la altitud, se hielan muchas veces, pero también hemos plantado en tierras que no daban nada, si cogemos cada cuatro años, algo sacamos, de los cereales no sacábamos nada porque son arenales».

Plantaicón de almendros de Alejandro Valencia. S. C.

Explica que a la variedad Vairo «todavía le quedan unos 15 días para la floración, las yemas están abultadas, y a la Penta, otros 20 días, mientras que los autóctonos, los que ves en cunetas, están todos en flor».

Calcula que el adelanto es de unos 10 días, y se muestra más conforme con la variedad Penta de la que «sí que vamos cogiendo, a los Vairo les vamos a tener que dar un ultimátum porque al final, dan el mismo trabajo».

Las labores que están haciendo en estos momentos son de poda, en primavera llega el despunte, luego los tratamiento en ecológico en función de las necesidades. Estos almendros cuentan con goteo y en primavera siegan la hierba de las cubiertas para que el hielo ataque menos.

Coincide en que «el mayor riesgo lo tenemos con las heladas tardías, aquí a veces hiela en mayo, y el mayor peligro es cuando al pepita está en leche, la flor aguanta más».

Una alternativa real

Por último, Sara Álvarez valora sobre el cultivo del almendro que «independientemente de que sea una alternativa mejor o no, lo que es una realidad es que en nuestra región hay un interés creciente y son cultivos que se están plantando (se han plantado) y la perspectiva es que se continúen plantando».

Con todo esto, «podemos decir que sí, que el cultivo de frutos secos es una alternativa real de cultivo en Castilla y León» y en su opinión, «el margen de incremento de los frutos secos en esta comunidad autónoma es todavía muy amplio».

De este modo, el sector del almendro está experimentando un proceso de reconversión y expansión que encaja con el potencial y las posibilidades de muchas de las comarcas de Castilla y León. A todo ello se suma la aparición de nuevo material vegetal y nuevos sistemas de producción, como las técnicas de Súper Alta Densidad (o almendro en seto). Por ello, en el Itacyl también tienen ensayos con almendro en superintensivo ( o seto) con distintos marcos de plantación (8 marcos de plantación, que corresponden a densidad de plantas entre 1.600 y 3.300 plantas por hectárea,) para determinar la influencia de los diferentes marcos de plantación y con cinco varieadedes autoenraizadas, para ver cual de adapta mejor a este sistema de plantación.

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