Alberto Duque asume la presidencia de la interprofesional de la patata

«El primer reto es dinamizar el sector, asentarle, intentar que no tenga dientes de sierra que no convienen ni al sector ni al consumidor», explica Duque, histórico dirigente de COAG.

«Queremos continuar con los proyectos que teníamos a través de Itacyl y con empresas privadas para la investigación con determinados productos, además de todos los que podamos poner en marcha».

Es consciente de que sería necesaria «hacer una campaña de divulgación sobre quiénes somos, lo que hacemos, lo que pretendemos», al tiempo que augura «un futuro grande», al sector de la patata, «independientemente de lo que pueda pasar en Carrefour y Pepsico».

En la corta trayectoria de la organización algún proyecto ha quedado por el camino. En concreto, el que podían haber desarrollado con más de 1,2 millones de fondos europeos para la promoción de la patata, «pero se nos vino muy grande, no teníamos todavía estructura».

En el aire siempre está la posibilidad de constituir una interprofesional de la patata de ámbito nacional, «se planteó en su momento, pero habrá que mirar cómo vamos a darle continuidad, si es que la hay».

Explica, por otra parte, que en Europa «la patata en fresco está en descenso porque la gente se cansa de normas absurdas, del color, de la presencia, y no se valoran las cualidades organolépticas; la distribución exige mucho en apariencia y poco en contenido y eso daña mucho al cultivo, la mayoría de cultivadores europeos se van más a la patata para industria».

En el caso de Castilla y León «el futuro es dual, la patata de industria no tiene la cantidad de toneladas que la de fresco» y advierte de que en un futuro próximo «el problema puede venir por la entrada de la patata de Egipto» en un año en el que se intuye que Holanda ha vendido mucha semilla a este país, por lo que se pide que se vigile «el cumplimiento de todas las normas».