Las lluvias propician un buen estado de los cultivos que necesitan ahora de las heladas

Susana Gutiérrez

Burgos

Viernes, 10 de enero 2025, 07:22

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Las lluvias intermitentes del otoño han propiciado una siembra de cereal espaciada, pero en buenas condiciones, mientras que en los primeros compases del invierno se ha echado de menos el frío. Las temperaturas moderadas han llevado a que algunos cultivos ya se vean adelantados y con algún riesgo de hongos y plagas. En cualquier caso, con el final de 2024 y el principio del nuevo año, los termómetros han caído y han irrumpido las primeras heladas que han sentado «muy bien» al campo. Esa es percepción generalizada que se percibe en el sector en estos primeros compases del ciclo. Buenas sensaciones, pero cautela de cara al futuro porque todavía queda mucho por delante hasta la cosecha. «El otoño bien, nos ha permitido hacer la siembra en buenas condiciones. Lo que ha hecho es bastante calor hasta entrado el mes de diciembre, y las hierbas han proliferado a sus anchas», ha detallado Álvaro Pajares, agricultor con explotaciones situadas en la provincia de Segovia. En este sentido, ha explicado que la ausencia de frío es perjudicial por el riesgo de hongos y la presencia de plagas de topillos. A pesar de ello, Pajares ha incidido en que «ahora ha venido frío que es lo que pide el cereal». De cara al futuro, ha considerado necesario que las temperaturas sigan en negativo y que «el agua nos acompañe en primavera que es primordial para el cereal», aunque también ha apuntado que en los tiempos actuales la climatología no es el peor enemigo. «Contamos siempre con el cielo, pero a parte del tiempo, pedimos precio, porque ya no penaliza sólo que la cosecha sea mala; porque, cuando viene una buena, la vendes a un precio ridículo, y no cubres costes», ha concluido.

En la misma línea se ha posicionado el agricultor burgalés, Daniel Maestre, quien cree que el tiempo está acompañando «bastante bien» a los cultivos, hasta el momento. A su entender, la lluvia ha dado «un refresco para que no se seque nada» y ha propiciado que «el año no vaya mal, se ha podido sembrar, va todo en tiempo», adelantando que, en las próximas semanas, «se necesita algo más de frío». Maestre ha añadido que la caída de las temperaturas y las heladas son necesarias «para que se mueran las plagas». Ha aludido, por ejemplo, a los topillos «que hay muchísimos». De cara a la parada invernal, el agricultor ha defendido que «no hay tanto frío acumulado como tendría que haber», algo que puede propiciar brotaciones tempranas. «Ya se ven yemas de almendro y se van hinchando, brotarán pronto y se las llevará el hielo», ha augurado. Situación, que si el termómetro sigue sin bajar lo suficiente podría tocar al viñedo en el futuro, con una brotación temprana y el riesgo de heladas. En la Ribera del Duero, Estrella Pérez, agricultura, ganadera y viticultora, ha señalado que «hemos sembrado, según el tiempo nos ha permitido, se ha hecho muy larga la siembra este año, ha llovido muy salteadamente, aunque nos ha ayudado a que la siembra sea efectiva». Ha coincidido en que «ha faltado frío y se está acelerando todo mucho, ahora que han llegado las heladas se ha notado para bien». En esta línea, ha hecho especial referencia al viñedo, donde las temperaturas bajo cero contribuyen a que «se sequen bien los palos y podemos entrar a podar, en nuestro caso que nos gusta podar tarde». La viticultora defiende que, de momento, «no se nota la sequía, más adelante ya te contaré». Ha asegurado que las lluvias, aunque no han sido intensas han hecho su labor, pero ha insistido en que en el campo «nos hace falta el frío y el hielo». En su caso, el mayor problema de plagas, como en muchas zonas vitivinícolas, se centra en la presencia especialmente de corzos y también, en menor medida, de jabalíes. «Contra eso no podemos luchar», ha lamentado. En lo que se refiere a la cosecha de cereal, Estrella Pérez augura buenas sensaciones, aunque con cautela ya que «está naciendo, pero no sabemos cómo responde en el futuro, hay que esperar».