El agua ralentiza la recogida de aceituna en una cosecha de «regular» producción

El agua, siempre que no caiga con fuerza y provoque la caída del fruto, «no afecta para nada a la aceituna», indica Sánchez.«Ha sido peor el aire de los días pasados».

Asegura en relación a la producción que «no será el mejor año, pero tampoco tan malo con el anterior. Las lluvias de septiembre vinieron fenomenal, quizás si no hubiera caído ese agua estaríamos hablando de otra cosa». En cualquier caso, aprecia que en esta zona de las Arribes salmantinas, «siempre hay problema con la sequía».

Sobre los precios, en un momento en el que el aceite se ha convertido prácticamente en un artículo de lujo, declara que «tiene en el supermercado casi el mismo precio que en la almazara, y no estamos hablando de la misma calidad de aceite. Los precios irán en función de como vaya el mercado». En su caso, además de elaborar una parte en ecológico, han apostado desde sus orígenes por la variedad zorzal, autóctona de la zona.

Otro punto de referencia del olivar castellano y leonés es la provincia de Ávila, donde «el tiempo no nos ha dejado empezar a recoger aceituna», declara Julio Rozas, propietario de la almazara Los Llanos.

«Con el tiempo en agua no podemos entrar a las fincas con la maquinaria» y aunque coincide con su compañera en que a la aceituna «no le pasa nada», en su caso concreto «tenemos una línea de aceites en verde que necesitan que recojamos la aceituna prácticamente verde y si sigue en el árbol continuará madurando y luego no habrá casi tiempo para recogerla».

En esta zona, la Sierra de Gredos, el año viene «regular tirando a mal» en cuanto a kilos. «Aceituna hay la que hay y el agua que está cayendo ahora mismo viene bien de cara al año que viene, ahora nada, solo que no nos deja trabajar», concluye Rozas.

La región en cifras

Según los últimos datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, en Castilla y León existe una superficie de olivar con destino a almazara de 7.557 hectáreas, de las que 6.516 son en secano y 1.041 en regadío.

Ávila es la provincia con mayor superficie destinada a este cultivo, 3.843 hectáreas, seguida de Salamanca, con 2.453. Burgos suma 11 hectáreas; 12, la provincia de León; 9, Palencia; 11 Soria; 824, Valladolid y 394 Zamora. Segovia es la única provincia que no destina ni una sola hectárea al olivar, mientras que llama la atención el hecho de que Valladolid no tenga ni una hectárea de secano y que todo el cu