El agua embalsada se sitúa 15 puntos por encima de la media de la última década

Ha pasado poco más de un mes desde que comenzara el nuevo año hidrológico y según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), los embalses de la cuenca se sitúan 15,3 puntos por encima de la media de los últimos diez años.

En concreto, el agua embalsada deja un porcentaje del 56,5%, algo más de 1.600 hectómetros cúbicos, frente al 45,7% de hace un año o el 41,2% de la última década.

«Destacan especialmente, sistemas de explotación como el Carrión, con el doble de reservas que la media de los últimos diez años o el Pisuerga, con más de 100 hm3 almacenados más que hace un año», matizan desde la Confederación. Por ejemplo, el embalse de Aguilar de Campoo en el sistema Pisuerga, está al 65,2% de capacidad.

El sistema que más agua almacena en este momento es el Tormes, con el embalse de Santa Teresa al 70,1% de su capacidad. Le sigue el sistema Arlanza con un 66,2% de agua embalsada.

Del otro lado, con el porcentaje más bajo se encuentra el sistema Cega-Eresma-Adaja, con el embalse del Castro de las Cogotas al 40,2%.

Por otra parte, hay que recordar que el año hidrológico anterior terminó el pasado 30 de septiembre con los embalses gestionados por este organismo al 47,3 % de su capacidad, «el mejor dato desde el cierre del año hidrológico 2017-2018, y suponía un punto de partida muy bueno para el desarrollo de la campaña de riego de 2025», reconocen estas mimas fuentes.

A partir de ahí, además, la climatología del mes de octubre ha sido «muy favorable» en este sentido, tal y como ponen de manifiesto los más de 1.600 hectómetros cúbicos almacenados.

Hablar de riego a estas alturas del año es todavía muy prematuro, «el desarrollo de la campaña de riego de 2025 para aquellas zonas dependientes de los embalses gestionados por el Organismo depende todavía del avance climatológico, sobre todo, del invierno y de la primavera», pero «en todo caso, los parámetros existentes en la actualidad son muy favorables».

Hay que recordar que la pasada campaña de riego, que concluyó de manera oficial el 30 de septiembre, se desarrolló con absoluta normalidad pues la abundante pluviosidad de la primavera permitió, en la mayoría de los sistemas, alcanzar los umbrales máximos de llenado de embalses, así como también llegar, en función de la zona, hasta los meses de mayo o junio sin importantes salidas de caudal. Los riegos extraordinarios se extendieron hasta el 15 de octubre.

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