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Silvia G. Rojo
Viernes, 5 de abril 2024, 00:16
Ni todos los terrenos son iguales ni en todas las zonas ha llovido por igual pero, partiendo de ese dato, lo cierto es que las recientes lluvias hacen que el cereal tenga cubiertas sus necesidades hídricas para al menos un mes.
«Este agua casi ... nos lanza hasta la siembra», sostiene el presidente de UPA Ávila, Ventura González, que en este caso habla como agricultor de la zona de La Moraña. «Necesitamos otro empujón en un mes, pero esto ya nos aproxima mucho a la fecha de siega, con lo que ha llovido la cosecha ya será parecida o algo superior a la del año pasado, lo que suceda a partir de aquí, va a ser a mejor».
Es verdad que los agricultores tienen muy presente que el año pasado se alcanzaron en la región alrededor de 3,24 millones de toneladas de cereal, lo que supuso una reducción del 52 % respecto a la media de los últimos cinco años (6,7 millones de toneladas) y un 37 % inferior a la campaña de 2022.
Desde la provincia de Valladolid, en Siete Iglesias de Trabancos, Antonio Sandonís coincide en que de manera general, «este agua al cereal le ha venido bien, pero también hay zonas que están muy cargadas y el cereal se ha puesto amarillo».
Subraya que con lo llovido «llegamos hasta finales de abril y si acompaña un poco el tiempo desde ese momento y en mayo, ya tira hasta el final».
En términos similares se manifiesta Felipe Luis Codesal, desde la provincia de Zamora, quien parte de la premisa de que «a pesar de que el agua que ha caído ya ha sido un poco demasiado, preferimos esto a lo del año pasado, a la sequía».
Argumenta que «cuanto más llueva ahora, más aguantamos después, aunque es verdad que luego empiezan a subir las temperaturas y aparecen los hongos con la humedad y el calor, de hecho, ya se ve algo de rolla en las cebadas».
La previsión meteorológica habla de que el domingo vuelve a llover, «si es así, con este agua tiramos hasta finales de abril y si cayeran otros 30 litros en mayo ya sería un año bueno».
Matiza las perspectivas. «Las siembras han sido en muchos casos tardías, de mucho barro, y aunque ahora el cereal ha recuperado, ya no es lo mismo, por eso digo que puede ser un año bueno, buenísimo o exagerado, no».
Cultivos de regadío
Estos profesionales coinciden en que otra cuestión son los cultivos de regadío. «El agua está retrasando las siembras, además ha hecho mucho aire y eso ha estropeado cultivos como las cebollas», apunta González.
«Hay tierras de cebollas que habrá que resembrar cuando se pueda», matiza Sandonís, «estos días veíamos cómo el aire se llevaba la arena».
Felipe Luis Codesal recuerda que, al menos en su zona, «todavía hay mucha remolacha sin sacar, hay que preparar ya las tierras para sembrar y no se puede entrar así que en este caso, en los cultivos de regadío, vamos a ir muy tarde con las siembras».
La campaña de arranques de remolacha se ha visto condicionada desde el primer momento por las lluvias, de hecho, la fábrica de Acor en Olmedo o la le Azucarera en Toro, tuvieron que paralizar la actividad debido a que no se podía entrar en las tierras, eso también está marcando las siembras. En el caso de las patatas se ha comenzado hace 15 días, pero en zonas concretas.
Las primeras estimaciones sobre la superficie que esta campaña se ha destinado al cereal de invierno las hace el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que calcula que en la región se van a alcanzar los 1,67 millones de hectáreas, lejos de los tradicionales dos millones y un 3,7% más que la campaña anterior.
Quizá se podría haber arañado alguna hectárea más si las condiciones meteorológicas hubieran sido otras, pero desde el pasado mes de septiembre no ha faltado el agua y a muchos agricultores no les ha dado tiempo a realizar las siembras.
Otra cuestión son las predicciones de cosecha que en este caso elabora el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) junto con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Si se toman como referencia los registros desde el año 1994 en adelante, la cosecha de trigo de esta campaña puede estar un 15% por encima de la media en función de esos primeros datos. De cumplirse la predicción, en el caso de Valladolid se puede producir una subida del 25%, como zona más significativa.
En el caso de la cebada, el boletín de Itacyl y Aemet habla de una subida en la cosecha de un 22% con respecto a la media de los últimos 30 años. Esa misma cifra del 22%, fue la merma que tuvo la cosecha de cebada la pasada campaña con respecto a la media.
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