José Manuel de las Heras | Viticultor, bodeguero y exdirigente sindical agrario

SOMOS CAMPO 15 DE MAYO 2023

«El agua bien utilizada es sinónimo de riqueza para la sociedad en su conjunto»

«Encontrar una verdad absoluta tiene difícil respuesta», reflexiona José Manuel de las Heras sobre soluciones a futuro para evitar lo que vive el sector agropecuario por situaciones cíclicas y previsibles como son sequías u otras adversidades como las derivadas de conflictos como el de Ucrania.

La larga experiencia del viticultor y bodeguero de Fuentecén (Burgos), fogueado en el ámbito de las asociaciones agrarias (excoordinador de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos), le lleva a afirmar que «al final todos dependemos de las políticas fuertemente marcadas por la UE» que adolecen de «planificación seria para la realidad de un país del sur, enfocadas a producir y a producir sin planificar y utilizando la agricultura como moneda de cambio para otras políticas».

El agua es un elemento esencial para competir con países que producen más barato y para el que «no ha habido limitaciones a la hora de perforar, y hay zonas sin ella». Una competencia desigual –entre los países de la UE y otros países productores cuyas normativas son más laxas– acrecentada «por el avance de los acuerdos de libre comercio donde no se tienen en cuenta esos elementos», por lo que «se debería de aplicar a esos países el principio de reciprocidad; que en el lineal no ocupen espacio productos que no estén hechos como se hacen en la UE». Afirma que «fuera de la UE estaríamos peor», pero, asimismo, «hay que hacer políticas a nivel mundial si en materia de cuidado ambiental hablamos».

Está convencido de que «faltan planificaciones reales, más autóctonas, con una realidad que está ahí», tener en cuentan la situación de cada país y dentro de él la de cada región.

«Hay que hacer una reflexión muy profunda del uso del agua. El agua es sinónimo de vida. Yo sí creo en el cambio climático, también que estamos a tiempo de regenerar lo que se ha deteriorado. Empecemos a hacer las cosas bien. El agua bien utilizada es sinónimo de riqueza para la sociedad en su conjunto».

Considera que la ley de cadena alimentaria «deja mucho que desear, no está desarrollándose con la celeridad necesaria. No se están desarrollando los observatorios en cada zona para saber el precio real de cada producto, algo que debe coordinarse entre el Gobierno central y los autonómicos. No debería permitirse que el productor venda perdiendo dinero»a la vez que el consumidor ve cómo la cesta de la compra sube, algo que achaca a la falta real de competencia en la distribución y la agroindustria, por ello demanda «hacer políticas lógicas para que no se encarezca el precio final y a los productores se les pague lo justo». Políticas valientes e inteligentes, porque su falta a la larga sale cara en todos los aspectos. «Todo país debe caminar, en lo posible, hacia la autosuficiencia. ¿Caminar hacia eso es caro?: no importa, es una inversión muy rentable el que no se arruinen agricultores, ganaderos y el medioambiente».

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