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Los agricultores asentados en las 24 zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, integradas por 387 municipios, tendrán que adaptarse desde hoy mismo, al programa de actuación de las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero, tras ... su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad. Esto supone tener una figura de protección sobre el 15 % de la superficie de la Comunidad, que representa el 20 % de la superficie agraria útil de Castilla y León.
El punto de partida se asienta en que el origen del nitrógeno que contamina las aguas deriva, al menos en parte, de los excesos de aportes nitrogenados a los cultivos con fines de fertilización realizados con abonos químicos y abonos orgánicos.
Apartir de ahora, se establece la necesidad de que todos los agricultores «hagan un plan de fertilización de sus tierras agrícolas teniendo en cuenta las demandas de nitrógeno y fósforo que tienen sus cultivos, la disponibilidad de estas sustancias que hay en las tierras y en el agua de riego y los aportes que realmente necesitan en cada fase de crecimiento los cultivos», confirman desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
Insisten estas mismas fuentes en que «no se debe olvidar que el problema de la contaminación por nitratos se debe al exceso de fertilización, independientemente de que esta sea por abonos orgánicos (estiércoles) o inorgánicos (abonos químicos)».
En cuanto a la ejecución de este programa, todo lo que tiene que ver con la aplicación de fertilizantes en tierras agrícolas entrará en vigor con el nuevo año agrícola, el 31 de agosto, mientras que el resto del programa es de cumplimiento inmediato.
En función de las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se cifra en 118.000, las toneladas de Nitrógeno/año que se utilizan por encima de las necesidades reales de los cultivos en Castilla y León. Eso supone que se está produciendo un exceso de Nitrógeno del orden de más de 25 kilogramos por hectárea de superficie agraria útil y un gasto en las explotaciones agrícolas de aproximadamente unos 23 millones de euros.
Con este programa se pretenden establecer las medidas necesarias para la prevención de la contaminación de las aguas por nitratos de origen agrario y, en su caso, reducir la misma, cuando la contaminación ya se hubiera producido. La normativa también especifica cuestiones relativas al almacenamiento temporal sobre el terreno de estiércoles, su mejor aplicación o la autorización de balsas cuando hubiera que almacenar estiércoles líquidos. En este caso, no se podrán construir de más de 2.000 metros cuadrados de tal modo que, si fuera necesario una capacidad de almacenamiento mayor, se construirán tantas como sea necesario sin superar esa cifra.
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