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Silvia G. Rojo
Jueves, 24 de octubre 2024, 20:19
Pendientes de la predicción meteorológica viven los agricultores de la región en estos días, del dato definitivo que les anime y les permita realizar las labores propias de la época. «Estás pendiente de la predicción en el teléfono, que tan pronto te pone como te quita el agua», señala José Antonio Sandonís, agricultor del municipio vallisoletano de Siete Iglesias de Trabancos . «En esta zona, estos días se ha podido arar, pero como se anuncia agua para la semana que viene la gente anda deprisa y corriendo para adelantar».
Comenta que es momento de arar los barbechos, «pero como llueva, se llenan de hierba otra vez, así que iremos haciendo lo que se pueda». Eso sí, «con muy pocas ganas de sembrar, porque para cobrar la cebada a 180 euros la tonelada y que el abono cueste 440, hay poca prisa. Aunque sembrar, hay que sembrar».
En la zona de La Moraña, en Ávila, Roberto Rodríguez ya ha sembrado el trigo. «Sí que he podido hacer labor, las aguas de días pasados vinieron bien», señala, al tiempo que confiesa «el temor que tenemos con los barbechos si llueve, eso hay que dejarlo sembrado, otra cosa es donde vas a repetir, que se puede hacer después».
Dice que la mejor época para sembrar la cebada «es el 2 de noviembre, las ánimas» y coincide con muchos otros agricultores en que «la gente está desanimada porque los gastos son terribles y el precio del cereal a 200 euros, así no se puede trabajar».
Por otra parte, «para cumplir con los ecorregímenes tenemos que sembrar leguminosas, proteaginosas, nos vuelven locos; además, en esta zona se hace por cumplir, porque las leguminosas no producen, no son rentables. Habrá otras zonas en que sí, pero aquí no», insiste.
También apunta que en estos días de sementera «las jornadas son de siete de la mañana a once la noche. Lo digo porque luego la gente no se acuerda, parece que solo nos ven cuando vamos a los bancos o a la Junta a hacer papeles».
En la provincia de Salamanca, en la localidad de Fuenteguinaldo, Juan Luis Galán atiende el teléfono, el jueves por la mañana, «tirando el abono a piñón, estamos todos a tope porque hay que aprovechar estos días en los que la tierra está bastante bien porque ha llovido y está justo para darle». En su caso, tanto la avena que acaba de sembrar como el 'ray grass' serán utilizados como alimento de sus animales.
Demoras
Desde Zamora, Felipe Luis Codesal explica que «de momento, solo he sembrado colza, con el cereal no he empezado porque no se ha podido debido al agua». Su intención era la de comenzar ayer por la tarde. «Ahora que ya se puede vuelven a dar agua para los próximos días, nos va a tocar andar deprisa y corriendo y abono no voy a echar porque ya no me da tiempo. Vamos a sembrar lo que podamos, pero la gente está muy desanimada; otro año que nos va a tocar sembrar a pérdidas», lamenta.
José Luis Marcos señala que desde la zona palentina de Tierra de Campos y hacia el norte de la provincia «las tierras están un poco justas, las lluvias están retrasando las siembras y hay muchas parcelas de estas zonas en las que no se puede entrar». Subraya que el 5-6 de octubre «llovió bastante y luego no ha dejado de llover en todo el mes cantidades cuantiosas, menos en El Cerrato. Todo está retrasado, también en León, Burgos y parte de Valladolid».
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