El volcán agoniza cuando se cumplen tres meses de la erupción

No hay actividad visible en el volcán de La Palma y cada vez son más débiles los distintos factores que hasta ahora delataban su voracidad. El tremor del volcán es poco más que un susurro de fondo, la sismicidad bajó la madrugada del domingo a cuatro temblores de entre 1,5 y 3,2 grados de magnitud, todos ellos con una ubicación a mucha profundidad.

Los responsables del comité científico que vigilan su actividad desde el primer día indicaron hoy que, si los actuales baremos de agonía de la actividad se mantienen seis jornadas más, el mismo día de Navidad se declarará como concluida la erupción del Cumbre Vieja.

Si así ocurre, el volcán habrá mantenido la actividad oficial durante 97 días, con mucha diferencia la mayor erupción desde que se tiene noticia, desde luego la más larga en casi 450 años. El día de Navidad le sacará 13 días de ventaja a la gran erupción de la historia de La Palma hasta el momento, la eclosión en 1585, el 19 de mayo, del volcán Tajuya, que duró 84 días , hasta el 11 de agosto.

Durante sus tres meses de actividad ha exigido la evacuación de unos 7.000 vecinos que residían en las áreas de peligro potencial, de los que 2.329 han perdido sus hogares, ya que estaban ubicados en las 1.219 hectáreas de la isla que han quedado sepultadas bajo las lenguas de lava, tierra y rocas vomitadas por el Cumbre Vieja. Todavía hoy hay 556 evacuados en hoteles.