Paco Ávila
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Paco Ávila
Alberto Gómez
Lunes, 18 de marzo 2024, 00:45
Con el proyecto de ley aprobado en el pleno del Parlamento andaluz, la Universidad Tecnológica del Atlántico-Mediterránea (Utamed) ultima sus detalles antes de la apertura, prevista en 2025. Impulsada por el Grupo Medac-MasterD, especializado en Formación Profesional, cuenta con la participación de Vocento, ... grupo editor de este periódico, y con el gigante de la inversión KKR.
El presidente de Utamed, Paco Ávila, revela que en los próximos meses se pondrán en marcha los grupos de investigación, más de un año antes del comienzo de la actividad docente, además de la creación de una oficina de apoyo global al profesorado. La universidad, de carácter privado y 'online' -con sede en Málaga-, se centrará en las nuevas realidades digitales, en torno a las que pretende, en palabras de sus promotores, «contribuir a la creación de empleo y la atracción de talento».
–¿En qué punto organizativo se encuentra la Utamed?
–La idea inicial era comenzar la docencia el próximo septiembre, pero en tanto que nuestro objetivo es salir con las mayores garantías de calidad posibles, decidimos planificar el inicio de la docencia para septiembre de 2025. Ya hemos consolidado gran parte de la estructura académica, incluido un consejo científico asesor. El resto de las incorporaciones se harán paulatinamente hasta el verano de 2025. Las memorias de todos los títulos están ya preparadas y listas para su evaluación.
–¿Qué puede aportar una universidad nueva como Utamed a su personal docente e investigador?
–Por lo general, muchas universidades están más centradas en la parte docente que en otra cosa. Nosotros queremos que la Utamed, sin perder esa vocación docente, esté orientada a la investigación y la transferencia de conocimiento. Entre otras medidas de impulso a la investigación y al crecimiento de las carreras profesionales, destaco que el 50% de la jornada del docente estará dedicada a la investigación. El profesorado, para poder avanzar en su carrera, necesita recursos que financien su investigación, al margen del tiempo liberado que he señalado. Nuestro objetivo es ofrecer un apoyo global a la labor investigadora del profesorado.
–¿Cuáles serán los reclamos para el personal docente júnior?
–Creo que se ha perdido la meritocracia. No tiene sentido que un docente que atraiga proyectos internacionales cobre lo mismo que otro que no atraiga ningún proyecto sólo porque tengan la misma categoría profesional, o que la publicación de artículos y la actividad investigadora no se premien. Nosotros vamos a crear una universidad meritocrática. Y el personal júnior sabrá que vendrá a una universidad que cuenta con una estructura de apoyo. Vamos a crear líneas de investigación y una oficina de tramitación de proyectos para simplificar los problemas burocráticos. El talento júnior verá que nos preocupamos por su desarrollo, que vamos a acelerar los procesos y que, si destaca por encima de la media, escalará en su carrera profesional.
–Y para captar el talento sénior, ¿cuál es su idea?
–El 5% de la facturación de la Utamed, más el 2,5% de su Ebitda (beneficio bruto de explotación) se dedicarán a la investigación. Además, en función del volumen de proyectos que generen y de los resultados de estos proyectos, tendrán incentivos adicionales. El sénior que sea realmente bueno puede ganar mucho dinero mediante nuestra política de incentivos. Es para mí como la sociedad deseada: igualdad de oportunidades pero no de resultados.
–¿Cuándo comenzarán a trabajar los grupos de investigación?
–Como decía antes, queremos crear una cultura muy orientada a la investigación y la transferencia de conocimiento. Nuestra idea es crear los grupos de investigación antes de que acabe este año, aunque la Utamed no abra hasta septiembre de 2025. Vamos a ser la primera universidad de España que tenga grupos de investigación constituidos y en funcionamiento, dotados de presupuesto, un año antes de la apertura. Así podremos ir captando talento sénior.
–¿En qué consistirá esa transferencia de conocimiento de la que tanto habla?
–La producción científica estará coordinada con las empresas para que de ahí salga innovación que sea útil para las compañías. Eso las hará más competitivas. Y nos comprometemos cada dos años a modificar al menos el 15% del currículum de cada titulación, y esas modificaciones estarán inspiradas por la evolución del mercado laboral.
–¿No resulta arriesgado adaptar la formación universitaria a algo tan volátil como el mercado?
–El mercado laboral es la realidad de la vida y la universidad no puede estar de espaldas. Hay muchos docentes que piensan que no tienen nada que ver con la empleabilidad y eso es un error gravísimo. Tenemos que ser tan flexibles y abiertos como el mercado laboral. De lo contrario, se seguirá incrementando la desalineación entre lo que pide el mercado laboral y lo que se enseña en las universidades, como ocurre ahora.
–¿Pero eso no hace de la universidad algo circunstancial y no universal, como señala su propia etimología?
–La universalidad radica en el acceso, en la libertad de cátedra, en el fomento del pensamiento crítico y plural, en el desarrollo de conocimiento y en la búsqueda de la verdad. Si no, ¿a qué se refiere? Apostamos por una formación que trascienda las coyunturas del mercado laboral, que son cambiantes. Entiendo que pueda preocupar que la universidad se oriente tanto al mercado laboral, pero nuestro objetivo va por ahí. Haremos mucha investigación aplicada, aunque sabemos que eso no podría existir sin la investigación básica.
–¿Y por qué 'online'?
–Porque nuestro objetivo es democratizar la universidad. Y eso supone hacerla 'online'; hay gente que trabaja, que vive lejos de un centro universitario, que debe compaginar circunstancias de todo tipo con sus estudios y que por lo tanto no pueden asistir de manera presencial. Nuestra propuesta viene a completar la oferta universitaria actual, no a competir con ella.
–¿Cómo harán compatible la accesibilidad de la que hablan con el carácter privado de la Utamed?
–Nuestros precios de matrícula son bastante democráticos, no hablamos de 20.000 euros anuales ni de lejos ni estamos buscando un concepto elitista de Universidad. Y habrá un ambicioso programa de becas.
–¿Qué cree que puede sumar su proyecto al tejido universitario?
–Somos un nuevo concepto de Universidad, muy unida a la empresa, centrada en el personal docente e investigador y con contenidos totalmente pegados al mercado de trabajo. Venimos a sumar, en esta universidad de la meritocracia el talento siempre tendrá nuestras puertas abiertas. Y además, tenemos muy claro que tenemos que alejarnos de los discursos rancios de competencia con la universidad pública. Venimos a mejorar nuestra sociedad, hacerla más líquida, igualitaria en cuanto a oportunidades y más competitiva.
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