La única pista nueva del caso del 'niño pintor', un supuesto grupo de pedófilos

La hoja de ruta en esta revisión del caso, 33 años después, la marca un diario en el que los agentes de la Unidad de Policía Nacional adscrita a los juzgados, que tiene su sede en la Ciudad de la Justicia, apuntan cada hallazgo. Cada avance. Y cada tarea pendiente. En ella van anotando las gestiones y las entrevistas –por encima de la veintena– que han ido manteniendo con diferentes personas que podrían arrojar luz al caso.

Desde abril del año pasado, cuando los responsables de la Comisaría Provincial decidieron reactivar la investigación desde un enfoque diferente, la única pista nueva que ha llegado a sus manos ha sido una información inquietante que apuntaba a un supuesto grupo de pedófilos que, hace años, frecuentaba la zona del Llano de Doña Trinidad, en la zona de El Perchel.

En esa información que llegó a la unidad adscrita se mencionaban tres nombres, se hablaba del tal Gervasio –el mismo que indicaba uno de los anónimos enviado a la familia y a la comisaría, al que se vinculaba a la peña El Cenachero– y se llegaba a decir que estos individuos, los supuestos pedófilos del Llano de Doña Trinidad, se «recochineaban» de que Gervasio estuvo implicado en lo que le sucedió a David. «Nosotros éramos niños de 11, 12 y 13 años. Éramos chicos y no entendíamos», decía el informante, que aportó estos datos después de que SUR se hiciera eco de los anónimos recibidos por la familia y de que ésta, a través de las páginas de este periódico, solicitara la colaboración ciudadana para identificar a Gervasio.

En estos meses, los investigadores han identificado plenamente a esos tres hombres, todos por encima de los 60 años, con las que han llegado incluso a entrevistarse personalmente. Unos se mostraron más colaboradores que otros, pero los agentes alcanzaron una conclusión clara: los tres habían tenido relación entre sí. Y a uno de ellos, además, le constaba una reseña policial por corrupción de menores, si bien fue absuelto en el juicio porque, al parecer, las supuestas víctimas se retractaron de su versión inicial.

Todos negaron haber conocido al tal Gervasio ni saber absolutamente nada de la desaparición del 'niño pintor', aunque el único de los tres que tiene antecedentes reconoció a los agentes que, cuando se le detuvo por corrupción de menores, en el año 1993, la policía llegó a preguntarle si sabía algo de lo que le pudo suceder a David Guerrero, que para entonces llevaba ya seis años en paradero desconocido.

Los investigadores también localizaron al informante y, cuando se entrevistaron con él, comprobaron que su testimonio estaba salpicado de incoherencias e incongruencias, pese a que la información inicial que aportó sí podía tener cierta base real, a tenor de los antecedentes policiales de uno de los entrevistados. En cambio, cuando se sentaron a hablar con él, su versión varió respecto a Gervasio, que a día de hoy sigue sin ser identificado.

Aunque sin poder descartarla por completo, los investigadores han aparcado esta vía de investigación, ya que no han encontrado indicio alguno que relacione a estas personas con la desaparición del 'niño pintor'. En cualquier caso, matizan las fuentes consultadas, no se busca una responsabilidad penal sobre lo ocurrido, puesto que los posibles delitos que hubiera ya estarían más que prescritos –la causa lleva archivada judicialmente desde 1996–, sino dar una respuesta a lo que le sucedió a David Guerrero y tratar de localizarlo. La investigación, ahora reactivada por la policía, sigue completamente abierta y con todas las hipótesis encima de la mesa.