Tres días buscando su coche tras ingerir burundanga

Aporta la descripción: un Ford Fiesta de color negro, matrícula 2022 FJC, y «probablemente» una rueda pinchada. Porque tiene una vaga idea de que bajando desde Santurio «pegué un llantazo y me reventó una rueda». «Dejé allí el coche y bajé caminando, avisé a mi mujer sobre las 21.30 y llegué a casa una hora después, así que tampoco podía estar muy lejos, me suena que era entre el hospital de Cabueñes y la plaza de Villamanín, pero ya peiné toda la zona y allí no está», relata sobre el día de autos, que empezó con una comida y acabó con una importante laguna en su memoria y el coche perdido.

«No pensé yo que iba a acabar la cosa así...», lamenta. El domingo acudió a una comida navideña en un restaurante en Santurio. «Tenía el coche aparcado en la parte del merendero, total, que ir a buscarlo para bajar ya a Gijón vi que había fiesta allí, estaba un conocido mío y me quedé. A partir de ahí no sé qué pasó, tenía la copa apoyada en la barra y yo creo que me echaron algo...», dice.

Poco después de las 9 de la noche se subió al coche y se dispuso a hacer «lo que tenía que haber hecho antes y no entrar allí: ir pa´casa». El problema llegó a medio camino. Fue rodeando y acabó pasando por la zona del hospital de Cabueñes. «Pegué un llantazo importante y cuando me di cuenta había pinchado una rueda, me bajé a ver y nada, la rueda inservible», apunta.

Optó entonces por seguir el camino andando. «Le mandé un mensaje a mi mujer para decirle lo que me había pasado y por eso sé que eran las nueve y media. Recuerdo vagamente que llegué a casa una hora después, nada, no me preocupé y pensé que al día siguiente volví a por el coche y ya llamaba a la grúa», dice.

Pero el problema llegó cuando cogió su moto, fue hasta allí y no había ni rastro. «Peiné toda la zona de Somió y ni rastro del coche, estuve dos horas recorriendo caleyas y no lo encontré», abunda. Llamó a la grúa municipal. Tampoco estaba en el depósito municipal. «Robar me parecería raro porque tenía una rueda pinchada y creo que cerrado, las llaves por lo menos las tengo yo...», intenta razonar. «Parece que lo tragó la tierra, que se haya esfumado, por eso pido ayuda para ver si alguien lo ha visto y me sabe decir dónde lo puedo recoger», dice este gijonés a quien la comida de navidad con amigos le dejó sin memoria. Y sin coche.