La 'ley trans' se registra en el Congreso para sortear al Gobierno

El colectivo LGTBI, junto a las asociaciones de padres y madres de personas trans, dio de plazo a Unidas Podemos, que defendía la ley frente al PSOE en el Consejo de Ministros, hasta la semana pasada y lanzaron su ultimátum a Montero. La ministra tenía hasta el lunes para que la 'ley trans' fuera registrada como proyecto de ley. Al no tener su compromiso, dicen fuentes del colectivo trans, se activó el plan B, para el que ya habían logrado que varios partidos de la izquierda refrendaran la iniciativa para poner fin a la huelga de hambre el viernes pasado. Hasta entonces hubo momentos de tensión. «Ha sido muy duro no comer», recuerda Cambrollé, que asegura haber perdido dos kilos en los tres días que estuvo sin ingerir alimentos. «Veía como avanzaba la debilidad y entré en pánico al saber que el sistema inmune queda por el suelo en plena pandemia».

A pesar de las presiones del colectivo, que habían empezado contra la vicepresidenta Carmen Calvo y el partido socialista y se extienden ahora a sus aliados, la hoja de Unidas Podemos no se altera. «Continuamos con los trabajos para cumplir con el acuerdo de Gobierno y que la 'ley trans' llegue muy pronto al debate en Consejo de Ministros», responde una fuente de Igualdad. Es decir, en breve podría haber tres propuestas para salvaguardar estos derechos: la del PSOE, que ya ha sido registrada; la de ERC, a la que atribuyen la iniciativa, que entra al mediodía del miércoles con un acto convocado por las plataformas trans, y la que saldría del Consejo de Ministros, redactada por Unidas Podemos con las acotaciones del PSOE.

El borrador de la 'ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans' mantiene la libre determinación de la identidad de género, que ha soliviantado a algunos sectores del feminismo. En el apartado de «Derecho a la identidad de género libremente manifestada» establece que toda persona puede «obtener la rectificación del nombre y de la mención relativa al sexo en todos los registros y documentos administrativos». Suaviza, no obstante, los artículos relativos a las personas trans menores de 18 años.

«El borrador es el mismo que se discutió en el ministerio», dicen desde el colectivo, que acudió a ocho reuniones con Igualdad en los últimos meses. «Hay mejoras», explica Cambrollé: añadir una casilla para personas «no binarias» en los documentos, además de los habituales «hombre» y «mujer»; eliminar los requisitos extra a las migrantes, y un capítulo nuevo para la reparación a las trans mayores de 65 años, por parte de un Estado que les impidió «acudir al mercado laboral y estudiar».